Sergio Blanco – PÚBLICO
Mientras La Primavera siga en posesión de ejidatarios y demás particulares, será difícil impedir que se lleven a cabo proyectos como la planta geotérmica que se pretende instalar ahí, señaló José Luis Gámez, director del bosque: “Ojalá que la ciudadanía tenga los recursos para que compremos el bosque, para que tengamos la certeza legal para impedir la explotación”, con lo que se suma al grupo de opositores del proyecto: “Desde el punto de vista social, yo estoy en contra”.
La postura tanto de él como del grupo de guardabosques acerca de la planta es la misma, pues la función de ellos es la de “preservar la fauna y los árboles”, y la función del bosque es “generar servicios ambientales y no electricidad”, punto en el que concuerda con el investigador de la Universidad de Guadalajara Arturo Curiel Ballesteros, quien criticó el proyecto desde su fracaso en los años ochenta: “Ningún tipo de proyecto temporal es superior a un beneficio permanente que pueden brindar los ecosistemas” (Público, 27 de noviembre).
Martín de la Rosa Limón, director de inspección y vigilancia del bosque La Primavera, se deslinda del regreso de la geotermia: “Fue una decisión de las autoridades de otro nivel. No queda más que esperar que nos ordenen lo contrario”, es decir, que den marcha atrás al proyecto, pero, como empleado, él cree que está para “apoyar las decisiones de la autoridad”.
La jerarquía de los guardabosques limita sus acciones, por lo que deben subordinar la labor que desempeñan (preservar el medio ambiente) a las decisiones de las dependencias que han dado el aval a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para la construcción de la planta, en este caso, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Consejo Nacional del Ambiente (Conam).
La oferta de la CFE que convenció a esas dependencias defensoras del medio ambiente es que se compensará el daño con el remozamiento del camino de acceso, con un museo y con reforestación, según lo expuesto por la titular de la Semades, Martha Ruth del Toro (Público, 26 de noviembre).
Para José Luis Gámez, tales beneficios constituyen sobre todo medidas de mitigación del daño que la CFE causó al bosque en la década de los ochenta, cuando comenzó sus acciones de exploración. Aquí también convino con Curiel, que equiparó a la reforestación con maquillaje si no se hace de la manera adecuada, ya que primero se deben generar las condiciones que garanticen la supervivencia de los árboles.
Aun con todo lo anterior y en vista de que la Conam dio su aval, Gámez declaró que tiene confianza y que está de acuerdo con el proyecto si se desarrolla como se lo han presentado, pero que, si se ocasiona un daño similar al de los ochenta, “absolutamente no”, y lo mismo opinó Martín de la Rosa: “Si utilizan las mismas líneas [de electricidad], pues a toda madre, porque, ya ves, mis amigos de la comisión qué respetuosos son”. La CFE tampoco ha indicado si hará otro camino para más torres eléctricas.
Mientras tanto, Gámez se encargará de garantizar la promesa de la CFE de que en 2009 no habrá nuevas exploraciones ni “más desmanes, ni cambio de uso de suelo del que ya hay”, y anticipó que “va a haber marcaje personal”. Y su propuesta sigue en pie, en el sentido de que está en los habitantes elegir el beneficio que traerá la geotérmica para el bosque: “No, no, para el bosque no, para la ciudadanía”, corrigió Martín de la Rosa.
Congreso pide explicaciones
Con el voto en contra de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), la Comisión de Asuntos Metropolitanos del Congreso del Estado acordó ayer invitar a la secretaria del Medio Ambiente, Martha Ruth del Toro, y al delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José de Jesús Álvarez Carrillo, para que expliquen por qué se dio luz verde al proyecto de geotermia en el bosque La Primavera.
El diputado Enrique Alfaro Ramírez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo ayer en entrevista que en el caso de los permisos para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) instale una planta, parece que las autoridades no tienen memoria sobre los daños que se causaron hace alrededor de 20 años. En entrevista, dijo que la intención de citar a los funcionarios es “conocer cuál es la visión que tienen en cuanto a la política ambiental, porque no se puede seguir dando bandazos sin una articulación de una política pública seria”.