Entrevista a Guadalupe Flores Flores – Delegado Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
Para el funcionario, de ascendencia nahua, la vida se puede transformar radicalmente a favor de los aborígenes con buenas vías de comunicación; por eso exhorta a Santa Catarina a aceptar la carretera estatal parada desde
Guadalupe Flores Flores es indígena, y ha pagado en carne propia el precio habitual que tiene esa condición para millones de mexicanos que la comparten: precariedad social, exclusión, incomprensión y desprecio de la cultura dominante.
Por eso, este nahua veracruzano que se desempeña como delegado regional (Jalisco-Colima) de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, no comprende que un proyecto a su juicio benéfico, como lo es la carretera Bolaños-Huejuquilla, en la sierra Huichola, se haya topado con la resistencia de la comunidad de Santa Catarina Cuexcomatitlán o Tuapurie, que lo tiene detenido desde febrero pasado, hace casi nueve meses.
Le confiesa a Público: «Cuando yo era niño, por primera vez llegó a mi comunidad la carretera, y si yo lo veo a 42 años, que es la edad que tengo, al menos el pueblo de donde yo salí hoy tiene otros niveles: casi la mayoría de mi generación son profesionistas, no han perdido la identidad, la lengua, las tradiciones, aunque no todas, porque el cambio generacional implica siempre un sacrificio de algo, pero ha habido un progreso real…».
En buena medida, la resistencia huichola se acrecentó al conocerse los documentos de asamblea en la cual la comunidad presuntamente dio su anuencia para la obra. Además de ser un formato redactado en otro sitio (se les llama «ejidatarios» en vez de comuneros», por ejemplo), nunca anexa las firmas de la totalidad de la comunidad, como lo requiere la Ley Agraria, para levantar acuerdos válidos que afecten al patrimonio de la comunidad, como lo es la desincorporación de 17 kilómetros por donde cruzaría la ruta pavimentada. Sólo firmaron las autoridades de Tuapurie de ese periodo (lo cual es insuficiente para un proceso de este tipo), y meses después aseguraron que fueron presionadas (ver Público, 16, 20 y 21 de febrero de 2008).
A juicio de Guadalupe Flores Flores, más allá de lo estrictamente político, hay desinformación. Piensa que las autoridades gubernamentales deberían preocuparse por ser plenamente transparente con los indígenas y respetar sus tiempos y sus sistemas internos de discusión. Pero también apela a que más allá de las diferencias, se aproveche lo que es benéfico por las wixaritaris y se les permita llevar el control de su propio desarrollo, y no cometer el error de renunciar a él.
Como actor en el proceso con Santa Catarina, ¿qué opina de las causas y qué consecuencias puede traer si esto no se resuelve?
Yo creo que siempre debe haber el diálogo y la negociación, y para que halla diálogo y negociación tiene que hacerse con ambas voluntades […] cuando estaban las anteriores autoridades [de Tuapurie], con ellos había un acuerdo; aclaro que en ningún momento por parte de la institución que presido se ha presionado a ninguna autoridad; conocemos los mecanismos que se tienen que cuidar. El gobierno se acercó, les explicó el proyecto y ellos otorgaron un «derecho de vía» y lo firmaron; se ha criticado que es apócrifo, lo cierto es que la institución que lo solicita, la Secretaría de Desarrollo Urbano [Sedeur], que es la ejecutora y responsable, tiene formatos donde se llenan los espacios, y a lo mejor eso incomodó a las nuevas autoridades de Tuapurie, aunque las anteriores habían estado informando a su asamblea…
Pero de esto ustedes no fueron testigos hasta que intervienen en febrero, ustedes no participaron para tener la anuencia para el paso de la carretera, ¿o sí?
Fue una comisión de presidentes municipales para la firma, de Mezquitic, Bolaños, a invitación del gobernador en ese momento de Santa Catarina; llevaron el acta, nos comentaron que el gobernador ya había consensuado con los delegados de las localidades, los agentes municipales, y que por eso fue que firmaron; después se quiso desconocer esa acta.
Nosotros hemos sido muy respetuosos de la decisión de la comunidad […] tenemos un convenio con el gobierno del estado, aportamos cierta cantidad, porque es la única forma de llevar obras considerables a la región; qué ha pasado aquí, yo creo que lo que ha faltado es voluntad de un lado y otro, he sido testigo de que ha habido acercamientos por parte de la Subsecretaría de Asuntos del Interior [del gobierno de Jalisco], con invitaciones para sentarse en una mesa. Yo creo que en 90 por ciento las demandas de Tuapurie tienen respuesta favorable por parte del estado, solo que no nos hemos podido sentar.
De lo que la comunidad demanda, ¿qué es no es factible de dar?
Una indemnización, un pago; creo que se pudiera indemnizar de otras formas, se puede regresar a la comunidad otro recurso extra mediante proyectos que ellos soliciten, y no dinero en efectivo.
¿Ve cercana esa salida?
Está parado ahorita, se han hecho varios intentos de manera oficial, seguiremos promoviendo esa mesa de diálogo, porque es importante entender qué fue lo que falló, que fue lo que molestó, pero con un diálogo abierto.
Las autoridades de Santa Catarina dicen que la carretera no les interesa, ¿es factible y deseable que una comunidad se pueda desarrollar sin una carretera?
Si yo miro hace 18, casi 20 años en que por primera vez llegué a la sierra, las condiciones en ese momento eran deplorables: el acceso a los servicios prácticamente no existía; teníamos los albergues escolares que medio daban el servicio, porque la verdad era muy complicado llevar los alimentos; hasta el momento en que empezaron a andar las vías de comunicación, yo soy testigo de que empezó a haber otra serie de servicios, empezó a llegar la escuela, la secundaria, ahora la preparatoria, la telesecundaria, se mejoraron los servicios médicos.
¿El cambio ocurre cuando se modernizan las vías de comunicación?
Yo digo que son un factor, no necesariamente el único, pero si es un factor que influye, y te lo puedo decir mirando 20 años atrás; prácticamente quedábamos incomunicados del resto de la región en tiempo de lluvias, por mes o mes y medio no podíamos salir de la sierra; los traslados de Tuxpan a Bolaños, o a Colotlán, a los que hoy ya haces cuatro horas, en aquel tiempo hacías hasta diez horas…
También se criticó que detrás de la carretera venían una serie de proyectos ecoturísticos que buscaban apropiarse del territorio comunal; nada que no haya ocurrido en otros lados, y está bien documentado.
De nuestra parte no hay ninguna intención de esa naturaleza, y si bien la institución tiene un programa especial para proyectos de turismo alternativo, estos proyectos son a petición de la comunidad, los opera la comunidad, y son para abrir una fuente de empleos en su beneficio.