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Ayuquila, el ejemplo estatal


Agustín del Castillo – PÚBLICO

Los primeros ciudadanos y autoridades de Jalisco que decidieron en serio, como un esfuerzo institucional y a nivel de toda su comunidad, realizar la separación de desechos, fueron los habitantes de la cabecera municipal de El Grullo, en 1995.

A partir de entonces, y con resultados variables pero constantes, decenas de localidades de otros nueve municipios de la región se han sumado a este esfuerzo, que es hoy tomado como modelo por el gobierno del estado para imponer en los 125 municipios de la entidad la obligatoriedad de la separación.

Los diez municipios generaron en 2001 la iniciativa que dio origen en 2007 a la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la Gestión Integral de la Cuenca Baja del Río Ayuquila, un organismo público descentralizado que tiene entre sus tareas consolidar los esfuerzos de separación, así como afrontar el resto de la temática ambiental, señala su director, Arturo Pizano Portillo.

Hasta ahora hay resultados variables en cuanto a participación social, pero eso es normal, debido a que no se han podido sumar aún cientos de localidades de estas áreas rurales y, además, a que el esquema era institucional pero carecía de las herramientas coercitivas que existen desde el 17 de octubre, cuando entró en vigor la norma ambiental estatal 007, que obliga a todo jalisciense a separar su basura.

La región va, de cualquier modo, a la delantera en esta situación. La NAE 007 viene a fortalecer un largo esfuerzo que ha logrado cimentar una sólida cultura de participación ciudadana, lo que facilita enormemente su aplicación general.

Esto traerá “el fortalecimiento de la estrategia para la gestión integral de residuos sólidos urbanos, con la integración de los diez programas municipales […] así como la creación de dos organismos públicos descentralizados a vocación única para la gestión integral de los residuos sólidos”, denominados Sistema Intermunicipal de Manejo de Residuos (Simar) Ayuquila-Valles, integrado por los ayuntamientos de Unión de Tula, Ejutla, El Grullo y El Limón; y Simar Ayuquila-Llano, donde se asocian Tonaya, Tuxcacuesco, Tolimán, San Gabriel y Zapotitlán de Vadillo.

Con los Simar “se busca mejorar y hacer eficiente la prestación del servicio público de recolección, traslado y disposición final de residuos sólidos municipales, así como valorizar los residuos sólidos separados y clasificados, como un mercado potencial”.

Pizano Portillo indica que la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable les asignó 9.8 millones de p+esos para la construcción de los dos rellenos sanitarios regionales.

En la actualidad, la mayoría de los municipios cuenta con una participación ciudadana promedio de 30 por ciento. “Ha costado trabajo mantener la participación universal en la separación, depende mucho de las voluntades y eso lo hace fluctuar […] pero los municipios se dan cuenta de que les conviene mantenerlo, pues la separación y el reciclaje baja el volumen de basura, y eso es un ahorro, pues la Semades estima que hay que pagar 200 pesos por tonelada depositada en los rellenos sanitarios, sin contar los costos de recolección y transporte, que pueden encarecer notablemente ese precio”, añade.

La generación de basura entre estos diez municipios es muy variable. Ejutla, el menos habitado de Jalisco (no tiene ni tres mil habitantes), produce poco más de una tonelada; Autlán rebasa 50 mil moradores y produce cerca de 70 toneladas al día.

Los dos Simar serán la base para que los sistemas de recolección se hagan integrales, lo que significa la posibilidad de hacer composta, de un intenso reciclaje y de producir biocombustibles. Pero completar el ciclo exigiría otros quince millones de pesos de inversiones, calcula el director de la junta.

Separación de basura en algunos municipios de la zona del río

El total de viviendas que participan en el programa, sólo por las diez cabeceras municipales, es de 4,951; el promedio de participación es de 37.8 por ciento

El total de viviendas que participan por todos los diez municipios es de 6,107; el promedio de participación es de 26.7 por ciento por municipio

Redacción Verdebandera