La cuarta metrópoli del mundo no tiene espectaculares Guadalajara 2020 propone medidas similares para mejorar esta ciudad
Agustín del Castillo – PÚBLICO
San Pablo (Sao Paulo en portugués), la mayor metrópoli de Brasil y de Sudamérica, y cuarta del mundo en población, es la primera que ha eliminado el grave problema de la contaminación visual: a partir del 1 de enero de 2007, una nueva legislación local, promovida por el alcalde Gilberto Kassab, erradicó más de quince mil anuncios espectaculares, pese a las protestas de un amplio grupo empresarial.
Mientras, en Guadalajara, segunda urbe de México, los intereses de los anunciantes propician el derribo y poda cotidianos de arbolado y el daño de fincas e infraestructura, e incluso llegan en algunos casos a la abierta violación de normas, según se ha documentado en relación con las autorizaciones del Ayuntamiento de Guadalajara en zonas prohibidas en el año 2006, que hoy son objeto de impugnación legal.
Para abonar al debate, la agrupación Guadalajara 2020 presentó ayer en conferencia de prensa a Regina L. Monteiro, presidenta de la asociación Defienda Sao Paulo, quien destacó que la medida no fue simplemente por voluntad política de las autoridades, sino que estas contaron con el respaldo de la población.
San Pablo es la capital comercial de Brasil, con altos niveles de violencia, delincuencia y desigualdad social: En 2007 se emitió la Lei Cidade Limpa (Ley de ciudad limpia). Para imponerla, el alcalde Kassab atemperó la reacción enconada de la industria de la publicidad con algunos aliados entre la poderosa elite de la ciudad.
El edil subrayó que la ley iba contra los excesos publicitarios, no contra la publicidad misma, ante críticas de que se trataba de «una imposición fascista».
La ley «vino de la necesidad de combatir la contaminación […] contaminación del agua, del aire, sonora y visual. Decidimos entonces que debíamos empezar a combatir la contaminación en el sector más evidente: la contaminación visual», explicó el alcalde a la prensa local.
Así, anuncios espectaculares, pantallas gigantes de video, anuncios en autobuses, pendones en los postes y otros tipos de publicidad exterior han sido eliminados. Incluso, el volanteo se ha vuelto ilegal en espacios públicos y nuevos reglamentos han reducido rigurosamente las dimensiones de los letreros que cada tienda o local comercial puede mostrar en su fachada.
Las multas por estas violaciones han significado cerca de diez millones de dólares a la comuna.
Según encuestas, las medidas tienen entre la población una aprobación superior 70 por ciento, la cual aceptó modificar su cultura de consumo.
Rocío Herrera, de Guadalajara 2020, consideró que la experiencia puede ser replicada en la capital de Jalisco de la asociación tapatía, es motivar a los Alcaldes de la zona metropolitana a que no desistan en su intención por lograr una mejor ciudad.