El área del Santiago y el Verde cubre más de 56 mil hectáreas en una docena de municipios jaliscienses. Foto: Público
Vecinos piden que el decreto de protección restaure ríos Santiago y Verde.
Agustín del Castillo – PÚBLICO
La enorme importancia que reviste para la sociedad tapatía la posible creación de un área de protección de recursos naturales de 56,782 hectáreas en las barrancas de los ríos Verde y Santiago, donde habitan casi 1,100 distintas formas de vida silvestre y se generará el agua para la debatida presa Arcediano, se demostró ayer con la amplia presencia que registró el foro de consulta convocado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Campesinos, ambientalistas, ingenieros hidráulicos, abogados y arquitectos colmaron uno de los salones del Centro de la Amistad Internacional; la demanda más sentida tuvo que ver con la pésima calidad del agua de los ríos, en especial el caso del Santiago, que recibe alrededor de diez mil litros por segundo de aguas negras de la segunda ciudad del país. “No tiene caso que hagamos un decreto si no se van a limpiar las aguas”, advirtió irritado un ejidatario de Huentitán el Alto.
Cristóbal Castro, de San Cristóbal de la Barranca, lo secundó: “Yo tengo 44 años; a los seis iba al río con mi padre, pescábamos muchas especies de peces, el río nos daba mucho alimento […] Luego se murieron todos los animales, y un pueblo de 20 mil habitantes desapareció; ahora no hay más que tres mil personas en todo mi municipio… nos hicieron una cloaca que es una vergüenza para el mundo”, exclamó entre aplausos de los presentes.
La insistencia en el planteamiento hizo explicar al coordinador regional de la Conanp, Alberto Elton Benhumea, que el organismo a su cargo no tiene atribuciones para sanear las aguas, lo cual es tema de otras instancias de gobierno, aunque reconoció que un decreto de protección sí ayuda a lograrlo.
Raquel Gutiérrez Nájera, directora del Instituto de Derecho Ambiental (Idea), fortaleció el concepto: “El área natural protegida nos da sin duda una gran oportunidad de aplicar políticas de restauración como es el saneamiento, y de establecer aprovechamientos racionales que dan certidumbre a la conservación de los valores naturales […] Me parece que esta propuesta es muy noble, la barranca es compleja y podemos sacar instrumentos de política ambiental para mejorar todo a partir de allí”.
La abogada ambientalista añadió que un proyecto de área natural protegida deriva en una serie de compromisos institucionales; el gobierno, al decretarla, se compromete a mejorar sus condiciones y la población integra un manejo acorde con la conservación de los ecosistemas. “Perfectamente se puede abonar a partir del decreto para mejorar la calidad del agua; es también importante abrir la participación de todos para evitar historias como la de La Primavera, donde se concedió un amparo [contra el área protegida] por no garantizar el derecho de audiencia…”.
La cita de ayer, que se prolongó varias horas por la tarde, fue la primera. Elton Benhumea advirtió que hay un estudio previo justificativo y una propuesta de decreto, que se debe modificar con base en la consulta. Añadió que hay ya 250 propuestas o dudas que fueron entregadas a la delegación Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“Ése no es un proceso terminado, es un documento perfectible que debe generar un decreto y posteriormente un programa de manejo que indique las acciones que se deben realizar para llevarlo a efecto”, puntualizó.
La Primavera, tema nacional
• La derrota judicial que le restó 552 hectáreas a la reserva del bosque La Primavera es ya tema de debate nacional. El pasado 23 de julio, en la ciudad de México, llegó el asunto al seno del Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas, por iniciativa del consejero Enrique Jardel, experto forestal de Manantlán.
“El asunto se discutió con mucho interés y se ha formado un grupo de trabajo para establecer un diagnóstico del problema, no solamente en el caso La Primavera, sino en el de otras áreas naturales vecinas de zonas urbanas, como sería, por ejemplo, Cumbres de Monterrey; la idea es, a partir de ese diagnóstico, hacer un posicionamiento y una propuesta”, dijo el académico de la UdeG, por vía telefónica.
La Primavera perdió 552 hectáreas por un amparo promovido exitosamente por el comisariado ejidal de Santa Ana Tepetitlán (Público, 7 de julio de 2008). La argumentación legal que canceló el decreto preocupa, porque 85 por ciento del territorio de las reservas mexicanas está sobre predios privados, ejidales o comunales
– Uno x Uno
Los datos
• Nombre Área de protección de recursos naturales Barrancas de los ríos Santiago y Verde
• Superficie 56,782 hectáreas
• Municipios Acatic, Amatitán, Cuquío, El Salto, Guadalajara, Ixtlahuacán del Río, Juanacatlán, San Cristóbal de la Barranca, Tepatitlán, Tonalá, Zapopan y Zapotlanejo
• Descripción 115 kilómetros de hondonadas talladas por ambas corrientes; red de 131 arroyos perennes y 985 corrientes intermitentes con una longitud total de 492 kilómetros
• Riqueza 946 especies de flora y 294 de vertebrados; 45 especies están protegidas en la NOM-059-SEMARNAT-2001