Si se combinan con medicamentos para bajar de peso pueden ser dañinos
Maricarmen Rello/ PÚBLICO
Si le da flojera leer las etiquetas de los alimentos y bebidas que consume, o las letras chiquitas, podría llevarse a la boca algo que las letras grandotas y vistosas no le cuentan: que los productos light no son tan ligeros y que 0% grasa no significa que no engordan.
Expertos en nutrición de la Universidad de Guadalajara (UdeG) expusieron ayer varios de los riesgos que implica el consumo de dichos productos, y que van desde perpetuar la obesidad al extremo opuesto: favorecer la anorexia y la desnutrición.
Óscar Morán Arroyo, maestro de la licenciatura en Nutrición del Centro Universitario del Sur (CUSur) de la UdeG, recomendó leer detenidamente las etiquetas, donde usted probablemente se sorprenderá al descubrir que hay productos libres de grasa pero no de calorías, o con cero azúcar pero con grasa (y de la mala), o bajos en calorías pero con mucho sodio, el cual favorece la retención de líquido.
“El problema no es el producto light, sino abusar en su consumo”, dijo, pues la población en general cree que los alimentos de esta clasificación permiten comer más porciones y consumir menos calorías. Esto no es así necesariamente. Los productos light son aquellos cuyo valor energético ha sufrido una reducción de por lo menos 30 por ciento de grasa o azúcar.
Estrictamente ciertos refrescos, las mayonesas light y las leches light son ligeros. El resto de los alimentos no tanto. Además, si se combinan productos light con medicamentos para bajar de peso pueden provocarse serios daños a la salud, agregó Morán Arroyo.
La coordinadora de la carrera de nutrición en el CUSur, Isabel Marín Arreola, explicó que parte del problema es la cantidad de publicidad de estos productos, que la gente consume sin mayor orientación profesional, aunado a que muchos no tienen un etiquetado adecuado para que el consumidor entienda los valores nutrimentales.
Los especialistas aclararon que, si el deseo es reducir de talla o peso, lo ideal es acudir con un nutriólogo.