Para el munícipe, la propuesta del municipio de que la ciclovía se ubique en el carril derecho de vehículos continúa vigente y forma parte de los proyectos que se analizan con la Sedeur y la SVT.
Dolores Reséndiz – PÚBLICO
La negativa de la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur) para que la ciclovía de la calzada Independencia vaya por la calle es sólo una recomendación y no una propuesta definitiva. Así lo señaló este lunes el alcalde tapatío Alfonso Petersen Farah, quien apuntó que la seguridad del peatón es un factor que se debe considerar y unir a éste con el ciclista en el mismo espacio representaría un riesgo.
Para el munícipe, la propuesta del municipio de que la ciclovía se ubique en el carril derecho de vehículos continúa vigente y forma parte de los proyectos que se analizan con la Sedeur y la Secretaría de Vialidad y Transporte (SVT).
“El planteamiento de la ciclovía ha estado y estará en todo momento presente. La duda tiene que ver con la mezcla de peatón-bicicleta y, aunque la bicicleta tenga un espacio asignado, en muchas ocasiones los peatones, que no estamos acostumbrados a las ciclovías, que ni siquiera las conocemos, podría generar algún peligro en la relación ciclista-peatón”, argumentó ayer Petersen Farah.
De esta forma, el munícipe descarta la versión publicada este lunes, donde el encargado de Proyectos en la Sedeur, Manuel Becerra Arthur, anunció como una decisión definitiva que la acera se ampliará para dar paso al carril para ciclistas (Público, 19 de mayo de 2008).
La versión del munícipe es contraria: “Estamos tratando de buscar la forma de proteger al ciclista del automovilista y, en ese contexto, proteger ahora al peatón del ciclista. No es una propuesta definitiva [la de Sedeur], seguimos sentados en la mesa; a veces no se puede conseguir lo ideal, pero se puede alcanzar algo mucho más deseable”.
Alfonso Petersen añadió que conoce de experiencias internacionales en las que las ciclovías en las banquetas son la mejor alternativa (pero éstas sólo se recomiendan en tramos largos sin cruces de calle y donde no hay muchos peatones); pero subrayó que una ciudad como Guadalajara no está preparada para esta convivencia.