No se precisa cómo se eliminarán los metales pesados del agua de los ríos, denunció
El dictamen técnico de la Comisión no contiene información suficiente, indicó
Mauricio Ferrer – LA JORNADA JALISCO
“El dictamen técnico de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEA) carece de información que garantice, técnica y objetivamente, que la calidad del agua que se pretende distribuir a la ciudadanía, proveniente de los ríos Verde y Santiago sea segura para la población”, es tan sólo una de las conclusiones que se desprende de un informe hecho en 2006 por la toxicóloga peruana Mercedes Lu, asesora de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental (ELAW, por sus siglás en inglés), en torno al estudio hecho en 2004 por la CEA y la Universidad de Guadalajara en relación con los sedimentos ubicados en ambos ríos.
Entre los comentarios que hizo entonces la fundadora de la Asociación Peruana de Toxicología, resalta el que “carece también (el informe de la CEA) de un estudio técnico-económico de tratamiento de aguas para remover eficaz, y eficientemente, los compuestos tóxicos tales como metales, benceno, compuestos policíclicos aromáticos y otros de demostrada toxicidad encontrados en los resultados de los análisis de agua”.
Las observaciones de la asesora de la ELAW –cuya sede se ubica en Oregon, Estados Unidos– hacia el estudio para la caracterización de los lodos de los ríos Verde y Santiago realizado por la entonces CEAS y la UdeG, dejan ver una clara preocupación de la presencia de metales pesados como cromo, cobalto, mercurio, plomo y arsénico en los lodos de los ríos.
“Estos contaminantes podrían pasar de los sedimentos al agua por la influencia de las altas concentraciones de manganeso que también fueron encontradas”, advierte la toxicóloga.
“Es posible que la presencia ocasional de estos metales (cromo, plomo, cobalto y arsénico) en la corriente acuosa de este río (Santiago) pueda ser causada por efectos de las altas concentraciones de manganeso”, según reza el capítulo 2 del estudio, de lo cual informó La Jornada Jalisco el pasado 22 de febrero.
“Es posible que la presencia ocasional de estos metales (cromo, plomo, cobalto y arsénico) en la corriente acuosa de este río (Santiago) pueda ser causada por efectos de las altas concentraciones de manganeso”, según reza el capítulo 2 del estudio, de lo cual informó La Jornada Jalisco el pasado 22 de febrero.
Lu enfatizó: “se debe poner atención a la calidad de las aguas residuales, pero también a los sedimentos de los lechos de los ríos Verde y Santiago, puesto que existe el riesgo potencial de que los contaminantes contenidos en estos se desprendan de la corriente acuosa”.
Y es que, luego de la muerte del menor Miguel Angel López Rocha, a causa de una intoxicación por arsénico, según la toxicóloga local Luz María Cueto, las autoridades han tratado de negar la presencia del metal en el río Santiago, lugar donde cayó el niño en febrero pasado.
“Debe notarse que la presencia de manganeso en las concentraciones anómalas encontradas en los sedimentos de los ríos, hace necesaria la reflexión en cuanto al origen de este metal”, alude el estudio de la UdeG y la CEA.
A este sentido, los comentarios solicitados a Lu, por parte de la organización no gubernamental (ONG), Grupo Vida, de Juanacatlán, determinan: “aun cuando este metal no está contemplado dentro de la NOM-001-SEMARNAT-1996, su presencia en aguas y sedimentos puede causar reacciones de oxidación y reducción sobre otros metales como arsénico y plomo”.
“Es sabido que estos contaminantes pueden ser liberados a la corriente después de que ocurre una disolución reductiva del óxido o hidróxido de manganeso (trivalente y tetravalente)”, refirió la experta.
Como ejemplo, puso la estación hidrométrica La Cuña, en donde se registraron valores de manganeso de hasta 500 miligramos por kilogramo en el sedimento y de 0.1 miligramos del componente en cada litro de agua.
No sucede lo mismo en el Santiago, “que tiene una mala calidad del agua a lo largo de todo el río; en el caso del manganeso en sedimentos se encontraron niveles que sobrepasan los 5 mil miligramos por kilo (en sedimentos) y 0.76 miligramos en cada litro de agua en lo que corresponde a El Salto”.
La especialista recalca que “el manganeso es altamente susceptible a cambios en condiciones redox en la columna de agua y sedimentos, lo cual podría influir en la migración de elementos tales como el arsénico, plomo y cromo desde los sedimentos del agua. Este hecho queda confirmado por la misma CEA, quien ha reportado que, ocasionalmente se sobrepasa la normatividad de arsénico y plomo en la corriente acuosa del río Santiago y en el sitio de Arcediano”.
A todo ello, Mercedes Lu atiende a la también existencia de los derivados del benceno en los lodos de los ríos: benceno, tolueno y xileno.
“El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (DHHS) ha determinado que el benceno es un carcinógeno reconocido. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera al benceno como carcinógeno en seres humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocer que el benceno es peligroso como contaminante del agua”, recuerda Lu.
Y concluye: “debido a la toxicidad de los contaminantes encontrados, es necesario determinar el riesgo para la salud pública que implican los compuestos químicos encontrados en ambos ríos. Este medio tan complejo de mezcla de los contaminantes mencionados puede ser sujeto a reacciones de sinergismo o potenciación de los efectos, tal como se ha visto en casos similares en Estados Unidos”.