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Agustín del Castillo – Público
Oficialmente, «…el cierre de los pozos PR-9 y PR-12 se propone como medida de seguridad y preventiva debido a que después de 20 años de instalados, se desconoce si la resistencia de las tuberías ha disminuido y pueda presentarse alguna manifestación sustancial de fluido en las instalaciones superficiales, en el contrapozo o en el área de la plataforma».
Esto lo señala el oficio SGPA/DGIRA/DG/1654/07, con el cual,
Las obras fueron avisadas a la dirección ejecutiva del bosque
Los cierres de estos primeros dos pozos se darán poco más de año y medio después de que la propia Semarnat se negó a autorizar el aprovechamiento geotérmico de
La exploración comenzó en realidad desde los años ochenta del siglo XX, sin permisos de ninguna índole, lo cual derivó en importantes daños a los ecosistemas. La enconada oposición de científicos y ecologistas de la ciudad llevó a la clausura del proyecto en 1990.
Según el oficio de
Primera fase, instalación de un equipo de seguridad: tubería de descarga de
La segunda fase es el enfriamiento de los pozos. «Se inyecta agua al pozo a través de una bomba para alta presión iniciando con bajo gasto que se incrementa de acuerdo con la reacción del pozo hasta que la presión disminuye a cero kilogramos por centímetros cuadrado». Para lograrlo se requerirá de 600 mil litros de agua abastecidas desde cuatro presas metálicas cercanas.
La tercera etapa es el «cierre o taponamiento de los pozos geotérmicos», que consiste en colocar «uno o varios tapones de cemento dependiendo de las características mecánicas y termodinámicas de los pozos», proceso que requiere de 56 días para completarse.
Estas obras y actividades «no requiere ocupar superficies adicionales a las que son ocupadas actualmente por las plataformas de los pozos […] no se afectará vegetación circundante, no se requieren caminos de acceso, no se producirán aguas residuales, el ruido atmosférico no rebasará los límites establecidos en las normas aplicables, las emisiones a la atmósfera serán únicamente las generados [sic] por motores de combustión interna de reparación de 500 HP de forma temporal, y los residuos domésticos y peligrosos serán manejados como lo establece la normatividad ambiental aplicable». Por eso son eximidos de
Según el texto del Programa de operación y manejo de
Agrega el documento: «el manejo inapropiado de esta zona ha provocado pérdida de la cobertura vegetal y degradación de suelos, por lo que es urgente un plan de manejo adecuado para esta zona en particular».
La caldera de El Colli, «área peligrosa»
Lo caótico de Guadalajara «contrasta con el paisaje del bosque
Weigand ofreció una ponencia acerca de esta zona volcánica; «la falta de una vigilancia hace que no se sepa con certeza si un día hará explosión o no», señala, según un comunicado enviado por el Centro Universitario del Norte, de
«La caldera definió el perfil del suelo y fuentes de agua en la superficie de la zona donde se ubica Guadalajara, pero también la región de los valles y el norte de Jalisco y sur de Zacatecas, lo que habla de su potencial».
Weigand explicó que «algunas calderas se clasifican como súper volcanes, que han producido explosiones más destructivas y cantidades masivas de tefra [fragmentos piroclásticos expulsados a la atmósfera; si esa tefra es muy pequeña, se le llama ceniza]. El enorme volumen de material expulsado ha alterado dramáticamente los paisajes cerca y lejos y afecta el clima global durante décadas».
Aclaró que aunque El Colli no llega al grado de esas súper calderas, no puede despreciarse su potencial destructivo. Advirtió que «las explosiones en las calderas ocurren de manera repentina y a veces sin efectos del todo visibles, como pasa con el común de los volcanes». Cuando ocurre una explosión en estos sitios «las temperaturas a veces son de arriba de 800 grados y la velocidad de 200 hasta
El especialista, quien realiza estos trabajos con su esposa Celia, destacó que la colonia Bugambilias se encuentra arriba del anillo de la caldera. Además, presentó información sobre la distribución poblacional de Guadalajara para el año 2030 y concluyó que habrá un aumento en el número de habitantes en esa zona específica.