Evelyn Águila – EL INFORMADOR
La verificación realizada por
Antonio Iglesias Benítez, director en la región de
“Tengo que hacer la puntualización en el no cumplimiento; están en algunos parámetros como es fósforo y nitrógeno, incumpliendo en 5%, un 10% de las condiciones particulares de descarga que tienen fijadas”.
El funcionario indicó que el resto de las empresas, 185, descargan dentro de la normatividad aunque sean metales pesados: “En ninguna tenemos que en algunas de las descargas (de metales pesados) estén por encima de las condiciones fijadas”.
El último muestreo se realizó durante los pasados meses de noviembre y diciembre, pero a raíz de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, presuntamente por intoxicación con arsénico luego de caer al Río Santiago, fueron verificadas de nueva cuenta, pero no se encontraron irregularidades a las ya detectadas con anterioridad.
“Los resultados son prácticamente iguales, inclusive en algunos metales están por abajo de los que habíamos encontrado en noviembre del año pasado”.
— ¿Se vierten metales pesados, pero no por arriba de la norma?
— Habría que ver el hecho que le llaman de vertido de metales pesados, porque si vemos nosotros la extracción de agua que se hace del subsuelo para riego agrícola e inclusive para agua potable, estamos sacando fierro, manganeso y arsénico; de hecho una de las fuentes principales es el agua que sacamos del subsuelo, entonces desde ahí viene la supuesta contaminación; es de origen natural todos estos materiales.
— ¿Pero qué capacidad tiene para revisar toda la zona?
— Lo que nos marca la norma es hacer mínimo dos monitoreos por año, que si no los hacemos nosotros, los hace alguna otra dependencia, o la misma empresa en particular tiene la obligación de presentar sus resultados de calidad del agua.
— ¿Si no son las empresas las que están contaminando con metales pesados, entonces quién está contaminando el Río Santiago?
— Lo que habría que hacer es la evaluación de qué metales pesados en específico estamos hablando y qué tramos en el río.
Al ser cuestionado sobre la calidad del Río Santiago, Iglesias Benítez admitió que únicamente es propicio para el riego de cultivos de caña, alfalfa y pastizales, que no se consumen en crudo.