El cuerpo elimina 99.9% del Arsénico en las primeras 24 horas de su ingesta, recuerda.
Guadalajara•Vanesa Robles/ Maricarmen Rello
Para la toxicóloga Luz María Cueto Sánchez no hay duda: a Miguel Ángel López Rocha lo mató el arsénico: “Yo sostengo que se intoxicó y me explico fácilmente el diagnóstico de autopsia” que afirma que el niño de ocho años murió a causa de una septicemia (una infección generalizada en el organismo).
La explicación es la vida media del arsénico (As) o la reacción del cuerpo humano ante la presencia del metaloide. Y la reacción es eliminar 99.9 por ciento del compuesto durante las primeras 24 horas —en el caso de una intoxicación aguda, no crónica— y el resto en las siguientes horas: aproximadamente 8.3 días.
Por esa razón, los especialistas del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses no encontraron huellas de As en la necropsia a las vísceras del cadáver, que comenzó por lo menos 20 días después de que el niño ingirió el tóxico.
Definitivamente, no fue un microorganismo lo que provocó en el niño los síntomas que presentó durante las primeras 32 horas de enfermedad: vómitos, diarreas, convulsiones, alucinaciones y estado de coma del que jamás volvió: “Fue una evolución muy corta. Ninguna bacteria, virus, causa biológica, ni el cólera, pueden originar ese problema”, dijo ayer la prestigiosa toxicóloga, con 20 años de conocimientos en el tema.
A eso se suma que, hasta el día 6 de febrero, doce días después de la llegada de Miguel Ángel al Hospital General de Occidente (HGO), donde lo atendieron, dos cultivos en sangre y orina dieron resultados negativos a una infección, según el expediente médico completo que hizo llegar a Público Juan Manuel Estrada, abogado de los padres de Miguel Ángel.
En el examen de la orina de Miguel Ángel que practicó el laboratorio Microanálisis de Occidente —el único certificado en Jalisco para determinación de metales, propiedad de Luz María Cueto—, los resultados arrojaron que el organismo del niño tenía entre cuatro y diez veces más del arsénico normal… y eso que la prueba se recolectó el 1 de febrero, cuando el niño había desechado más de 99.9 por ciento del metaloide que lo intoxicó —las primeras 24 horas—, tenía 144 horas más de desintoxicación natural y seis días en un tratamiento quelantes, un medicamento que provoca la excreción de metales, a través de la orina.
Lo del desecho de 99.9 por ciento del arsénico del organismo humano en las primeras 24 horas —sólo en el caso de la intoxicación aguda— no es una ocurrencia de la doctora Cueto, sino un hecho documentado en la monografía Arsenic and arsenic compounds, que realiza el Programa Internacional de Seguridad Química (IPCS, por sus siglas en inglés), editado por
—¿Por qué se desechó la muestra de orina de Miguel Ángel?
—¿Y cuál es el problema con eso? Una muestra de orina de 24 horas no es manejable; pueden ser dos litros. Yo utilizo 40 mililitros. Yo procedo al análisis y con eso tengo. No se guardó ninguna muestra: este caso nos tomó a todos de sorpresa en este sentido. Nunca pensamos que se pudiera complicar tanto.
—¿Había posibilidad de que el As se quedara en otra parte del cuerpo?
—No, porque fue una intoxicación sobreaguda por vía oral.
—¿Y la infección generalizada que reportaron los especialistas del IJCF?
—No es incompatible con el diagnóstico de la intoxicación, sólo que el envenenamiento desencadenó la septicemia.
Luz María Cueto recordó que las infecciones por bacterias son comunes en las personas que pasan estancias prolongadas en los hospitales; en este caso se sumaba que el cuerpo de Miguel Ángel prácticamente no tenía defensas.
Hasta ayer, el gobierno del estado afirmaba que en la muerte de Miguel Ángel no intervino ningún metal. Hasta ayer, ninguno de los forenses que afirmó que el niño cayó en coma por una infección bacteriana había consultado a la especialista en toxicología.
Denuncian acoso en
• Existe presión de las autoridades para que cambie su declaración ante el Ministerio Público la madre de Miguel Ángel López, el niño que murió presuntamente tras caer al río Santiago, denunció ayer el padre del pequeño, Raúl Luna.
El habitante del fraccionamiento Bonito Jalisco, en la comunidad
La conferencia de prensa fue organizada por el Colectivo de Organizaciones Ciudadanas por el Agua (Coloca), y también participaron organismos de los municipios de El Salto y Juanacatlán. En el acto se revisaron algunos estudios que han demostrado la presencia de metales pesados en el río Santiago y se pidió la renuncia del secretario de Salud de Jalisco, Alfonso Gutiérrez, que ha minimizado los efectos de la contaminación entre los vecinos de la zona, para la que se pidió hacer un estudio epidemiológico integral y declararla de emergencia ambiental, así como un plan de saneamiento; la reubicación de los habitantes del sitio, y la indemnización justa para la familia de Miguel Ángel López.
(Maricarmen Rello)
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“No nos atrevemos en este momento de ninguna forma a avalarlos”, sostuvo el presidente de
Los representantes de
Reconoció que el tema es “muy polémico”, y hay muchos cuestionamientos e irregularidades, entre ellas el extravío de la única muestra que dio positivo a la presencia de arsénico en el cuerpo del pequeño de ocho años, metal pesado del cual prácticamente se borró todo indicio, según los estudios histopatológicos complementarios a la autopsia 337/2008 efectuados el 21 de febrero y dados a conocer días después, donde el IJCF concluye: “La muerte se debió a las alteraciones causadas por falla orgánica multifuncional secundaria a proceso infeccioso con septicemia y anemia”.
La versión inicial de la autopsia, practicada el día en que Miguel Ángel murió (febrero 13 de 2008) es que la principal causa de su deceso fue: “I. Falla orgánica múltiple secundaria a intoxicación por agente químico a determinar. II. Septicemia”. La diferencia es de 180 grados.
Álvarez Cibrián comentó que
Sobre la intervención de
Aseguró que