Estima la Conagua que en 3 años el líquido del río podría ser apto para consumo al tratarse
José David Estrada – MURAL
A partir de 2009, el Santiago dejará de ser un río al que se le puede tirar prácticamente cualquier desecho y se convertirá en uno donde sólo se verterán aguas tratadas que hagan factible su consumo.
Por lo menos éste es el compromiso de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que anunció que en julio o agosto se aprobará el cambio de categoría de los ríos Santiago y Verde con el fin de que puedan ser considerados aptos para el uso público urbano.
«Este año, por julio o agosto, deberemos estar (dando) la respuesta de que va a ser procedente el cambio clasificación de cuerpo receptor, con todas las especificaciones y recomendaciones», afirmó Raúl Antonio Iglesias Benítez, gerente del Organismo de la Cuenca Lerma Santiago Pacífico, dependiente de la Conagua.
Aunque la Conagua tome la decisión este año, los cambios serán efectivos hasta el 1 de enero de 2009, cuando se publiquen en la Ley Federal de Derechos, que es el equivalente para el Gobierno federal de las leyes de ingresos municipales.
Estos dos afluentes dejarán de ubicarse en las categorías A y B que establece la Ley Federal de Derechos y pasarán a la categoría C, que a diferencia de las otras dos, las cuales permiten ciertos niveles de contaminación, es más estricta para que el líquido pueda ser destinado al uso público urbano.
El funcionario agregó que si los diferentes usuarios que descargan sus aguas en el Río Santiago cumplen con las nuevas condiciones de descarga, en tres años el afluente estaría en condiciones para aportar agua lista para potabilizarse.
«Si le vamos a meter agua residual tratada, de buena calidad, y la vamos a diluir con agua de lluvia, yo creo que en dos o tres años debe tener las condiciones el Río Santiago para poderlo usar como cuerpo receptor de almacenamiento de agua para uso público urbano», añadió.
Los Municipios, las industrias y campos agrícolas que se encuentran en sus territorios, que se verán afectados con el cambio son Ocotlán, Poncitlán, Zapotlán del Rey, Chapala, El Salto, Juanacatlán, Tonalá, y Guadalajara, para el Río Santiago.
En el Río Verde están Teocaltiche, Villa Hidalgo, Jalostotitlán, Mexticacán, Cañadas de Obregón, Valle de Guadalupe, Yahualica, Cuquío, Tepatitlán de Morelos, Acatic, Zapotlanejo e Ixtlahuacán del Río.
En el Congreso local, la Comisión de Salud se comprometió a dar seguimiento a la contaminación que hay en los ríos del Estado, ya que el 90 por ciento están contaminados, según afirmó el diputado José Luis Treviño, presidente de dicha comisión.
Los obligará a poner orden
El cambio de categoría de los Ríos Santiago y Verde para que tengan una regulación más estricta de lo que se vierte en ellos obligará a las diferentes autoridades municipales, estatal y federal a poner en orden a más de 5 mil usuarios que realizan ahí sus descargas.
De acuerdo con un recuento en el Registro Público de Derechos de Agua en los Municipios que se verán afectados con el cambio de categoría, hay 5 mil 64 usuarios, de los cuales la mayoría son agrícolas, aunque en el El Salto, el 62 por ciento son industrias.
«Hay muchas industrias que están descargando esas aguas sin tratarlas y el primer punto será ese, exigir que esas industrias la traten, porque más del 50 por ciento no las está tratando y el otro 50 no las está tratando de la manera adecuada», indicó Luis Manuel Vélez, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local.