Si Miguel Angel hubiera sido hijo de un funcionario, la reacción habría sido diferente: Madera
Jorge Covarrubias – LA JORNADA JALISCO
Con la oposición del grupo parlamentario del PAN, el Congreso local rechazó solicitar a autoridades estatales y federales que declaren una emergencia sanitaria en los municipios de El Salto y Juanacatlán “por la alarmante contaminación del Río Santiago y la cuenca a la cual pertenece, afectando con esto las condiciones de vida y salud de los habitantes de esos municipios”.
La propuesta la presentó el diputado del PRI Jaime Prieto Pérez hace dos semanas, cuando el niño Miguel Angel López Rocha permanecía en estado de coma y ninguno de los legisladores había atendido el caso.
Ayer se vivió una discusión intensa que duró más de una hora, en la que algunos diputados trataron de sacarle provecho político y llevar agua a su molino.
“Nos hemos visto hasta cierto punto lentos en este tema, puesto que tanto sociedad civil, organizaciones de ciudadanos, como el propio Congreso de la Unión a través de la Cámara de Senadores, han fijado un posicionamiento y sobre todo han propuesto las medidas que deben tomarse para este caso”, mencionó Prieto Pérez.
El acuerdo iba dirigido al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa; a los titulares de la Comisión Nacional del Agua; de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; así como al gobernador del estado, Emilio González Márquez; Secretaría de Salud, Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Guadalupe Madera Godoy, legislador de Nueva Alianza, lamentó que el popular dicho de que “ahogado el niño se tapa el pozo” aplique a la actual Legislatura, y resaltó que otra reacción se hubiera tenido si el niño Miguel Angel fuera hijo de alguno de ellos.
“Yo nada más les pregunto, si el niño que lamentablemente falleció fuera hijo de alguno de nosotros, ¿nuestra posición sería la misma?, ¿nuestra opinión sería en los mismos términos? Es tiempo de que tomemos decisiones enérgicas”, recalcó.
Nuevamente subió a la palestra la discusión sobre el crédito japonés que propuso el entonces gobernador Alberto Cárdenas Jiménez a la LV Legislatura para la instalación de plantas de tratamiento. El diputado del PAN José Luis Treviño, titular de la Comisión de Salud, responsabilizó a los legisladores del PRI y PRD en aquel momento, incluyendo a Raúl Padilla López, que formó parte de este último partido político.
Ni tardo ni perezoso, el coordinador del grupo parlamentario del PRD, Samuel Romero Valle, que fue diputado en aquella Legislatura, subrayó que la culpa es únicamente de Alberto Cárdenas Jiménez, por su obstinación en realizar un proyecto más complejo e innecesario.
“A nadie le tiene que recriminar Alberto Cárdenas y el presidente estatal de su partido, más que a su propia incompetencia y su falta de sensibilidad política. Ustedes la ven, en cualquier dependencia que está Alberto Cárdenas es un dependencia en donde con toda seguridad habrá conflictos… es un hombre que no tiene formación académica, es un hombre que no tiene formación profesional, es un hombre que no tiene sensibilidad política y es un hombre al que de nada le ha servido ocupar diversos cargos”, fustigó.
El mismo Romero Valle minimizó el punto de acuerdo y en su lugar abogó por una mesa de trabajo en la que estén las autoridades involucradas.
Madera Godoy, antes de finalizar su intervención, propuso que en la iniciativa se adhiriera un exhorto a los ayuntamientos para que apliquen sanciones a las industrias que hacen sus descargas residuales, a la vez que indicó que es el momento oportuno para cuestionar al titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), César Coll Carabias, sobre el proyecto de saneamiento del río Santiago y abastecimiento de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
En posterior entrevista, el coordinador del grupo parlamentario del PAN, Jorge Salinas Osornio, mencionó que el punto de acuerdo refleja una ignorancia de los legisladores respecto de las atribuciones del Legislativo y el Ejecutivo; explicó que con o sin declaratoria, el gobernador del estado ya está tomando cartas en el asunto, y en pláticas que ha sostenido con él, le confirmó que existe la capacidad financiera para resolver el problema de contaminación.
“Yo pediría que primero conozcan la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y la del Legislativo y que de ahí se pongan a trabajar”, aclaró.
En el texto de la iniciativa, cuya lectura fue omitida, se menciona que “hace ya varias décadas, Juanacatlán era un pueblo turístico y agricultor en esencia. Algunos habitantes se dedicaban a la pesca, había una gran variedad de peces en el río, sobre todo pescado blanco y carpa. Las personas que se dedicaban a la agricultura sembraban maíz, frijol, trigo, sorgo, garbanzo y otras hortalizas, jitomate, cebolla, calabacitas, coles, lechugas, zanahorias.
“Hará un poco más de 30 años que un olor fétido invadió al pueblo entero, el cual se generó porque el río llevaba una carga de miles de peces que flotaban sin vida en sus aguas, lo que preocupó a los habitantes porque no se sabía con precisión la causa de dicho evento, que afectaba a las actividades del municipio y por supuesto el impacto que esto generó al medio ambiente”, concluyó.