Ya se recogen muestras; se buscan metales pesados y otros contaminantes.
Maricarmen Rello – PÚBLICO
Se tardó, pero finalmente la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) se decidió a analizar la toxicidad del río Santiago. Hará estudios físico-químicos, microbiológicos y de metales pesados, para lo cual ya comenzó el análisis de muestras de agua tomadas en tres puntos del afluente, así como en pozos que abastecen a las localidades de El Salto y Juanacatlán.
El objetivo del estudio es determinar la calidad del líquido que corre en el río Santiago y si «éste representa un riesgo para la población», informó Guillermo Ochoa Fernández, jefe de la Región Sanitaria XI de la SSJ, a la cual pertenecen los municipios de El Salto y Juanacatlán.
Lo anterior muestra un cambio de dirección en la política de la SSJ, pues su titular, Alfonso Gutiérrez Carranza, siempre había dicho que no tocaba a su dependencia analizar la calidad del agua: «El agua cuando llega a las casas es ya la incumbencia nuestra, porque es cuando se va a utilizar para darle uso, para las personas, ya sea de contacto o de uso para el hogar; entonces, en los ríos, mares, lagunas, Conagua es quien tiene que darle la solución» (15 octubre 2007).
Esta posición de la SSJ se sumaba a la del gobierno estatal, que jamás ha reconocido la relación entre la contaminación de este río grave, según diversas instancias, incluso por organismos internacionales y el daño a la salud de quienes viven cerca de sus márgenes, versión que está a debate como origen de la intoxicación por arsénico que la semana pasada arrebató la vida al niño Miguel Ángel López Rocha.
La SSJ aseveró que este año ya ha levantado varias muestras de agua en el Santiago, pero, para efectos de este nuevo estudio, las pruebas se recolectaron el viernes pasado de tres puntos específicos en el afluente: en el sitio conocido como Miraflores; a la altura del puente que divide El Salto de Juanacatlán y en la colonia La Azucena, donde vivió Miguel Ángel.
Detalló que se practicarán varios análisis: físico-químico, microbiológico, análisis para detectar plaguicidas y los respectivos para metales pesados y cianuro.
El entrevistado comentó que se tomaron varias pruebas en los puntos citados, así como en nueve pozos que abastecen de líquido a las poblaciones de El Salto y Juanacatlán (cinco y cuatro respectivamente), y serán analizados por el Laboratorio Estatal de Salud Pública de la SSJ, por un laboratorio local privado de amplio prestigio y por un laboratorio asentado en León, Guanajuato. Los resultados de metales pesados, plaguicidas y cianuro estarán listos en tres semanas.
El funcionario indicó que la sola presencia de arsénico y otros metales develada también por estudios de la Comisión Estatal del Agua (Público, 18 de febrero de 2008) «no dice nada» y que habrá que determinarse la concentración de estos metales. Hasta entonces se podrá confirmar si hay riesgo para la población.