Héctor Padilla- MURAL
Guadalajara, México (14 febrero 2008).- La Zona Metropolitana de Guadalajara retrocede en materia de movilidad urbana: del 2003 a la fecha, el uso del transporte público se ha desplomado frente al creciente dominio del automóvil privado.
Hace cinco años, el 68 por ciento de la población se desplazaba a través del transporte colectivo y sólo un 32 por automóvil, según el Estudio Origen y Destino (EOD) realizado en ese año por el Centro Estatal de la Investigación del Transporte (CEIT).
Actualmente la balanza entre ambos medios de traslado se ha equilibrado. Luego de una actualización del EOD recién concluida, las cifras revelan que los desplazamientos en el servicio colectivo han descendido hasta el 46.83 por ciento, mientras que el uso del automóvil privado se ha incrementado al 44.88 por ciento.
El 8.29 por ciento restante se reparte entre las personas que se mueven en bicicleta, taxi, motocicleta, así como transporte de personal y escolar; medios de transporte que por primera ocasión son tomados en cuenta en un estudio.
En un día laborable, se realizan sobre vehículos un total de 6 millones 58 mil 40 viajes de origen a destino, mientras que los peatones hacen 3 millones 745 mil 503 recorridos.
Francisco Romero Pérez, director del CEIT, estimó que la mala calidad del servicio colectivo, las facilidades para comprar un auto y la expansión horizontal de la Ciudad, la cual, obliga a hacer traslados más largos, son los principales motivos para que la tendencia se agudice año con año.
«Al incrementarse el uso del transporte privado, el uso del transporte público es en donde se impacta», explicó.
«Este es un fenómeno que se veía venir desde hace muchos años, pero como el crecimiento del transporte particular era tan pequeño, no le impactaba a los operadores».
Vertiginosamente, el servicio colectivo pierde la batalla frente al automóvil. Al día se incorporan 284 carros nuevos al parque vehicular y al cierre del 2007, la Secretaría de Finanzas registró un millón 434 mil, sin contar con los importados o llamados «chocolate» y de otros Estados.
La saturación de autos ha derribado el mito de su «rapidez» frente al transporte público. El EOD del 2008 señala que el promedio de tiempo que tarda un automovilista en ir al trabajo es de 34 minutos, mientras que el usuario del colectivo tarda sólo 13 minutos más, es decir, 47 minutos.
Por ejemplo, los que van a la escuela en carro se llevan 30 minutos en llegar, pero los que van en camión hacen 37.
El estudio Origen y Destino está siendo ejecutado por Arquitectura Urbana Constructores, despacho encabezado por el experto local en urbanismo Mario Córdova España, y se complementará con información de los aforos vehiculares en las 100 vialidades más importantes, un inventario exhaustivo de las rutas de transporte público para proceder a su reordenamiento y por último, una compilación de las redes viales que comunican la Ciudad.
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