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Greenpeace sorprende al Senado. Piden frenar maíz transgénico.

Rosina González, activista de Greenpeace, se manifiesta colgada en el Salón del Pleno del Senado. Imangen: Pedro Mera/Xinhua

Una mujer descendió por un muro en plena sesión, y desde las alturas mostró una manta que advertía de traición a la patria si se aprobaban siembras en México.

Rosina González, activista  de Greenpeace, se manifiesta colgada en el Salón del Pleno del Senado. Imangen:  Pedro Mera/Xinhua
Rosina González, activista de Greenpeace, se manifiesta colgada en el Salón del Pleno del Senado. Imangen: Pedro Mera/Xinhua

Por Sergio Hernández

26 de abril de 2013.- Integrantes de Greenpeace burlaron ayer la seguridad del Senado de la República para manifestarse de forma singular frente a los legisladores que sorprendidos vieron como una mujer bajaba desde las alturas sostenida con una cuerda para expresar la necesidad de impedir que se siembre maíz genéticamente modificado en territorio nacional.

Alrededor de las 13:00 horas una mujer apareció repentinamente en el Salón de Plenos del Senado con una manta que decía “Maíz Transgénico Traición a la Patria” ante la mirada de sorpresa de los legisladores y la molestia de algunos otros.

La seguridad del Senado desalojó a la mujer, pero justo después apareció otra desde las alturas, bajando con una cuerda por un muro, para entonces quedar suspendida a una altura aproximada de 6 metros, desplegando otra manta con la misma consigna. También fue desalojada.

La protesta de Greenpeace se dio porque consideran que los Senadores no toman con la importancia debida la necesidad de proteger el maíz de una posible contaminación con semillas genéticamente modificadas, siendo México el origen de esta planta.

Por ello exigen a los integrantes del Senado que modifiquen la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM), con la intención de contar con un marco legal efectivo, que proteja a nuestro maíz de las grandes empresas trasnacionales y garantice la soberanía alimentaria.

Accion de Greenpeace en el Senado de México. Imagen: PedroMera Xinhua Greenpeace.
Accion de Greenpeace en el Senado de México. Imagen: PedroMera Xinhua Greenpeace.

“Demandamos voluntad política. Solicitamos que se incorpore un artículo 85-BIS en la Ley de Bioseguridad que plantee que a efecto de mantener un régimen de protección especial del maíz, se mantendrá una moratoria a la liberación, en programa piloto y comercial, de maíz modificado genéticamente en todo el territorio nacional, con base en los estudios y evidencia científica compilada hasta este momento por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)”, indicó Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace.

Agregó que investigadores han recomendado reinstalar y mantener la moratoria a la introducción de maíz transgénico en el territorio mexicano hasta: 1) definir con precisión los centros de origen y diversidad; 2) contar con la infraestructura necesaria para el control del maíz transgénico; 3) determinar el grado de contaminación de transgenes en las razas de maíz en todo el país; 4) llevar a cabo la investigación pertinente al impacto del maíz transgénico en México y; 5) desarrollar programas nacionales de protección, conservación y mejoramiento de las razas de maíz.

“Frente a esta evidencia y ya que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto no se ha pronunciado respecto a la protección del maíz como principal alimento de los mexicanos; los senadores de la República tienen en sus manos la posibilidad de frenar las autorizaciones y poner a salvo el maíz mexicano. La Secretaría de Agricultura sigue recibiendo más solicitudes de siembra de maíz transgénico sin haber dado respuesta a las que fueron presentadas por las empresas Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences, en septiembre de 2012 y marzo de 2013, para cultivar maíz genéticamente modificado en los estados de Sinaloa, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua y Durango”, denunció Aleira Lara.

Rechaza Cucba maíz transgénico

Por Alejandro Velazco

Una posible aprobación de las solicitudes de siembra comercial de maíz transgénico es peligroso para el país, pues además de que no representa una mayor productividad, aumentaría la dependencia alimentaria de México respecto a Estados Unidos, considera el rector del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Salvador Mena Munguía.

El académico de la Universidad de Guadalajara calificó de “equivocada” la creencia de que el maíz transgénico es altamente productivo y representaría la solución al déficit de producción que actualmente tiene México.

Desde 2009 se levantó la moratoria que existía en el país a la siembra de transgénicos. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ha concedido 177 licencias a campo abierto para cultivo experimental y siembras piloto de maíz modificado genéticamente.

“La siembra de maíz transgénico además profundizaría la dependencia alimentaria de nuestro país respecto a los Estados Unidos de Norteamérica por razones obvias”, recalcó Mena Munguía.

El experto en ciencias agropecuarias explicó que no se han mostrado las evidencias que aseguren que los genes introducidos a los maíces de Monsanto y Pioneer y Dow Agroscience no se transmitirán a los diferentes tipos de maíces que posee México “y son patrimonio no solo nuestro sino de toda la humanidad”.

De darse la aprobación además de las implicaciones sociales y ambientales tendría afectaciones económicas, pues se perdería un amplio sector de compradores de sus productos derivados del maíz en Europa, Australia y Japón, detalló, ya que son países que tienen una moratoria a los productos transgénicos a manera de protección.

Redacción Verdebandera