La recuperación de La Primavera debe trabajarse hasta 30 años

La estrategia integral de restauración y conservación del bosque y sus corredores de fauna debe considerarse hasta a 30 años, señala Arturo Balderas Torres, egresado de Ingeniería Ambiental del ITESO y candidato a doctor por la Universidad de Twente, en Holanda.

Natalia Barragán – ITESO

Durante los casi cinco días que duró el incendió que azotó el Bosque La Primavera en abril pasado, los ciudadanos de la zona metropolitana de Guadalajara se volcaron en muestras de apoyo y de indignación por lo sucedido. Hubo infinidad de colectas, llovieron críticas a los autoridades que fueron acusadas de actuar lento, se hicieron evidentes las condiciones en las que trabajan los brigadistas así como el bajo presupuesto que tiene el bosque, e incluso se convirtió en un tema de campaña.

El fuego se apagó. Lo que sigue es hacer un análisis y una evaluación de los efectos que tuvo el incendio y de lo que se debe hacer para evitar un futuro daño. La situación no es alentadora.

Según estimaciones realizadas por el egresado de Ingeniería Ambiental del ITESO y candidato a doctor por la Universidad de Twente, en Holanda, Arturo Balderas Torres, si se considera el «peor escenario posible» en el que se asuma que 100 por ciento del arbolado fue afectado en un área de 8 mil hectáreas, las emisiones de dióxido de carbono en sólo cinco días de incendio podrían representar hasta 30 días de las emisiones anuales por el consumo de gasolina y diesel en Jalisco, según estadísticas de 2009.

Para contrarrestar sólo la contribución de estas emisiones al cambio climático, calcula, el costo sería de alrededor de 570 millones de pesos.

«La estrategia integral de restauración y conservación del bosque y sus corredores de fauna debe considerarse al mediano y largo plazo, hasta 30 años. La estrategia debe incluir idealmente el control de uso de suelo y prevención de incendios aplicando el marco legal y persiguiendo los delitos ambientales; se deben garantizar las asignaciones presupuestales a la oficina de la Reserva de la Biosfera; la creación de un programa de pago por servicios ambientales a propietarios y ejidatarios vinculando a empresas locales y la ciudadanía; [y el] desarrollo de proyectos de mitigación del cambio climático».

Una postura similar asumió una veintena de organizaciones civiles de estado como GDL en Bici, Guadalajara 2020, Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos y Ciudad Para Todos, que emitieron un comunicado en el que establecen algunas exigencias como el establecimiento de una estrategia de prevención de incendios, y denuncian la falta de políticas públicas para el manejo sustentable del bosque, así como el bajo presupuesto asignado a dicho fin. El texto completo se encuentra en http:⁄⁄gdlenbici.org⁄

Según el análisis de Balderas, el costo de conservación del bosque La Primavera, incluyendo las necesidades presupuestales de la dirección ejecutiva y el pago de servicios ambientales a propietarios y ejidos, equivale a 3.7 pesos por día por hectárea. «Este costo está muy por debajo del daño causado por siniestros como el incendio que se ha presentado. También representa una fracción muy pequeña en comparación con los beneficios que la población de la zona metropolitana de Guadalajara recibe de La Primavera».

El especialista recordó que la dirección ejecutiva del Bosque ha estimado que el presupuesto para su operación anual –que incluye tareas de prevención de incendios– debería rondar los 20 millones de pesos. Sin embargo históricamente no se le ha asignado el presupuesto necesario, este año arrancó con 30 por ciento de lo que se requería.

El incendio, agrega, trajo también otro tipo de costos, como la afectación a la salud y la vida de brigadistas y población en general, reducción de la actividad productiva en la ciudad así como los costos directos de su combate.

«Como parte del incendio se están generando otros contaminantes que afectan la calidad del aire como ceniza y monóxido de carbono cuyo efecto puede analizarse. Aunque las condiciones atmosféricas fueron favorables para la zona metropolitana de Guadalajara, la población expuesta a las emisiones del incendio tan solo en los municipios de la región Valles habría sido de más de 340,000 habitantes».