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Los daños sociales y culturales que dejó la Presa de Arcediano

La cancelación del proyecto de la Presa de Arcediano por parte de las autoridades de Jalisco y del Gobierno federal, deja en el olvido una serie de daños sociales y culturales que trajo consigo este embalse, aún sin haberse edificado.

Por Sergio Hernández Márquez

Luego de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) diera por muerto el proyecto de la Presa de Arcediano, el recuento de los daños no implica solamente la pérdida de 700 millones de pesos que se han erogado en estudios del año 2001 a la fecha, sino también un serie de afectaciones en lo social, ambiental e histórico.

El proyecto tomó el nombre de un pueblo de 200 personas al fondo de la barranca del Río Santiago, ubicado 500 metros abajo del nivel del mar respecto a Guadalajara, en el que sus habitantes vivían de la agricultura, la crianza de animales e incluso de la pesca, antes de que se contaminara el cauce.

En el verano del 2003 comenzaron las demoliciones de las viviendas previo pago de 350 mil pesos para cada uno de los propietarios. Entonces no se había aprobado Manifestación de Impacto Ambiental alguna. El pueblo quedó en ruinas y fue restringido el acceso después para evitar posibles invasiones, según el Gobierno estatal.

Sólo Guadalupe Lara Lara no aceptó la demolición de su casa, luchó en los tribunales con el apoyo del Instituto de Derecho Ambiental, pero su vivienda también se demolió. El Gobierno del Estado la acusó de invasora.

No nada mas el pueblo quedó en ruinas. El histórico puente de Arcediano, por el que Guadalajara se comunicaba con Zacatecas en el Siglo 19, fue desmontado en el año 2006 en trabajos de «reubicación» que se supone terminarían meses después. Argumentando falta de dinero, el puente, catalogado como Monumento Histórico por el Gobierno federal, se convirtió en un montón de piedras arrumbadas.

Este puente, construido en 1893, sería reubicado 800 metros aguas debajo de su sitio original, manteniendo las partes que pudieran volver a utilizarse, bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia. La dependencia federal inicialmente dio como plazo al Gobierno de Jalisco noviembre de 2008 para que la reubicación fuera concluida, pero ante el retraso la Comisión Estatal del Agua (CEA) solicitó un año más de prórroga, el cual ya terminó.

Otro de los pendientes que dejó el proyecto de Arcediano una vez cancelado, es la creación del Área Natural Protegida denominada Barrancas de los Ríos Verde y Santiago, que abarcaría 56 mil 782 hectáreas, y que fue una de las condicionantes impuestas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para autorizar el embalse.

Las consecuencias de la cancelación de la Presa de Arcediano implican incluso a instancias internacionales como la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCAN) que está a punto de terminar una indagatoria por el presunto incumplimiento del Gobierno de México en materia ambiental en este proyecto.

También queda en el limbo la participación de la Organización Panamericana de la Salud, quien dio una serie de líneas al Gobierno de Jalisco a cumplir antes de poner a funcionar la Presa de Arcediano.

La presa que no fue:

• Tendría capacidad para 448 millones de metros cúbicos

• Estaría sobre el Río Santiago, aprovechando también aguas del Río Verde

• Bombearían el agua desde 500 metros abajo de la altura de la ciudad

• Estaría dentro del un Área Natural Protegida de carácter federal

Redacción Verdebandera