Alejandra Guillén -EL INFORMADOR
Ayer dejaron de correr los hilos de sangre de puerco que caían al Río Santiago desde hace alrededor de cinco años, a unos metros del barrio Cantarranas de la población de Puente Grande, ya que el Ayuntamiento de Tonalá clausuró el Rastro El Edén por descargar sus aguas residuales al drenaje.
El alcalde tonalteca, Agustín Ordóñez, explica que la empresa estaba apercibida de que tenían que instalar una planta de tratamiento, “pero no hicieron ninguna adecuación de sus descargas. Por ello quedan prácticamente sin funciones”.
EL INFORMADOR publicó el pasado lunes que los habitantes de Puente Grande padecen dermatitis, nervios, cáncer, problemas gastrointestinales y renales por la contaminación del Río Santiago, a la cual contribuía el Rastro El Edén.
Aunque Agustín Ordóñez declaró el lunes pasado que la clausura sería dentro de tres meses, ayer aclaró que no tenía la información puntual de los tiempos, pero “ya se les venció el plazo, desde hace tiempo se les advirtió que tienen que cumplir con el reglamento”.
Hace aproximadamente tres meses, las calles de Puente Grande se convirtieron en ríos de sangre. “Se vino toda la porquería por las calles porque se tapó el drenaje y empezó a salirse la cochinada por todos lados. Mi hija llegó a vómito y vómito del asco”, cuenta doña Rita, una vecina del barrio Cantarranas.
El director de Inspección y Reglamentos de Tonalá, Gustavo Aguilar, explica que la clausura se realizó como parte de un operativo en todos los rastros. “Desde hace dos años hemos realizado visitas con ellos (los de El Edén) y desde esa fecha hemos levantado varias infracciones por incumplir las normas, que en esta ocasión fue por las descargas directas al drenaje, que luego caen al Santiago, y porque no estaban pagando impuestos por la matanzas de puercos. Encontramos que estaban vendiendo la carne directo a las carnicerías, por lo que no pasaban por el rastro municipal”.
Especifica que la entrada y el sitio donde se encuentran los animales quedaron abiertos. Sólo se colocaron sellos en el área de matanza.
En febrero de 2008, el Ayuntamiento multó por 54 mil pesos al Rastro El Edén por no tratar sus aguas residuales, pero los propietarios no han pagado porque impugnaron la infracción, que aún está por resolverse. “No sabemos cuál será la multa en esta ocasión porque es una infracción de reincidencia”.
Gustavo Aguilar agrega que uno de los motivos por los que clausuraron la empresa es que el dueño nunca se presentó a firmar un convenio para determinar cuándo tendría una planta de tratamiento. Para volver a operar tiene que presentarse en el Ayuntamiento para llegar a un acuerdo, en el que se comprometa a una fecha en la que dejará de descargar aguas residuales.