Son domésticos
Pertenecen a un ganadero de Ahualulco, según aclaró la Profepa.
La delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) comprobó ayer la legal procedencia del hato de 73 búfalos de agua que quedaron abandonados hace tres semanas en las instalaciones de la asociación ganadera de Lagos de Moreno
El subdelegado de Recursos Naturales de la dependencia, Gustavo Bonilla Barragán, acudió ayer a la demarcación alteña para indagar sobre el supuesto abandono de 73 búfalos asiáticos (Bubalus bubalis).
«Al parecer son propiedad del señor Ismael Coronel Sicairos, quien los adquirió en el municipio de Sayula de Alemán, del estado de Veracruz, de acuerdo a datos obtenidos de una factura con razón social: Agro Industrial La Ilama. A decir del ganadero, los búfalos eran transportados en un camión que sufrió un desperfecto y por ello fueron dejados en el sitio de referencia, sin embargo, acreditó la propiedad del hato, y citó que su intención es llevarlos a un rancho del municipio de Ahualulco de Mercado», explicó la dependencia en un comunicado enviado a este diario.
Hasta ayer, los búfalos asiáticos se encontraban en las instalaciones de la Asociación Ganadera del municipio de Lagos de Moreno. «Poseen anillos que acreditan que están vacunados contra la brucelosis y garrapatas, lo mismo que también es respaldado por documentos expedidos por la Sagarpa [Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación], instancia que les otorgó el certificado de movilización», añade el texto.
Los grandes mamíferos radicaban en el estado de Veracruz desde el año 2007 «y no corresponden a una manada salvaje, por lo que se catalogan como domésticos; por ello, la participación de la Profepa sólo fue un acto de inspección».
El búfalo de agua es una especie cada vez más popular entre los ganaderos por sus altos rendimientos en leche y carne. Se calcula que existen más de 140 millones de individuos domesticados en el sudeste de Asia, aunque habita en todo el mundo. Su estado salvaje es precario por la rápida pérdida de su hábitat.
Guadalajara. Agustín del Castillo