Guadalajara • Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
A partir de la entrada en vigor del acuerdo de Alta Fragilidad Ambiental en Miravalle, el 23 de enero de 2007, la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) registra un descenso en todos los contaminantes monitoreados en su estación enclavada el pie del Cerro del Cuatro.
Las partículas suspendidas, que son el contaminante líder, y el problema esencial de esta demarcación del sur de la zona conurbada de Guadalajara, han cedido en quince puntos del índice metropolitano de calidad del aire (Imeca), lo cual revela, a juicio de María Elena Zúñiga Alvarado, coordinadora de la Red de Monitoreo Atmosférico de la Semades, que se han aplicado con seriedad la disposiciones previstas en ese plan, que fue elaborado durante la Administración de Francisco Ramírez Acuña, pero puesto en marcha casi completamente en lo que va de la actual.
En conferencia de prensa, Zúñiga Alvarado puso en relieve el descenso y subrayó que el promedio anual de partículas en 2006, fue de 74.6 puntos, mientras el promedio de 2008, que recién concluyó, es de 58.9 puntos Imeca.
Pero el mejor ambiente, añadió la funcionaria, también se registra en los otros contaminantes medidos por la estación de monitoreo: bióxido de nitrógeno, ozono, monóxido de carbono y bióxido de azufre (ver gráfico contiguo).
Antes de 2007, 72 por ciento de las veces en que se decretó una contingencia atmosférica en la zona se debió a que la dirección de los vientos registrados iban de Sur-Sureste o de Sur-Suroeste, «lo que provocaba la sedimentación de los contaminantes hacia la parte baja de Miravalle».
Como resultado del decreto, «en 2008 sólo en una ocasión se activó la alerta ambiental por niveles de contaminación fuera de norma», advirtió.
¿Cómo se logró este descenso de los contaminantes?
Javier Velarde, de la Dirección de Ecología de Guadalajara; Daniel Zepeda, director del Ecología en Tlajomulco de Zúñiga; Adrián Salinas, director de Ecología de El Salto, y Santiago Preciado, de Tlaquepaque, señalaron que se han mejorado los caminos, lo que ha propiciado más fluidez en el tránsito; hay recolección de llantas, se evita quema de basura y se aplica una intensiva reforestación.
En la recolección de residuos, «se ha cambiado a horario vespertino y en el riego de parques y camellones se ha implementado un sistema de riego automatizado sin necesidad de pipa de agua».
A nivel de toda la ciudad, el promedio anual Imeca pasó de 97 puntos en 2007 a 87 puntos en el 2008, abundó Zúñiga Alvarado.
Guadalajara • Agustín del Castillo