Hasta el momento son 48 los testimonios recabados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEJ) en torno a la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien falleció intoxicado tras caer a las aguas del río Santiago.
Guadalajara. Jaime Ramírez Yáñez. PÚBLICO-MILENIO
En entrevista para Público, el procurador Tomás Coronado Olmos afirmó que la integración de la averiguación previa sigue su curso «y estamos trabajando para determinar si hay o no responsables».
Expuso que aún falta por citar a varias personas: «Hemos llegado a un acuerdo con la CEDHJ para no molestar a nadie, pero es necesario que todos los actores comparezcan», señaló, con lo que respondió al exhorto de la CEDHJ para que no se moleste a la madre del niño.
Dijo que la complejidad del caso estriba en que el trabajo de la PGJEJ se basa en un dictamen del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses en el que no se determina la causa de muerte; «entonces, lo que tenemos que investigar es si la causa de la muerte fue a partir de un hecho ilícito».
Insistió en que la labor de su dependencia es revisar en qué condiciones se sucedió la muerte de Miguel Ángel y si fue consecuencia de beber el agua del río Santiago, «pero hasta el momento no se ha desprendido esta circunstancia».
Entre otras cosas, la PGJEJ toma en cuenta la versión de la Secretaría de Salud que, luego de los estudios encargados a la toxicóloga Luz María Cueto, determinó que el niño falleció intoxicado por arsénico.
Acerca de la responsabilidad directa en términos de provocar la contaminación en el río Santiago, Coronado explicó que eso en todo caso le correspondería a la autoridad federal. «Pero, si se desprende que la muerte de Miguel Ángel fue producto de un hecho delictivo, ejercitaremos la acción penal contra quien resulte responsable».