Agustín del Castillo – PÚBLICO
La Comisión Nacional del Agua (CNA) mantiene su apuesta por el proyecto de la presa en Arcediano, pero se deberán aclarar las dudas técnicas y demostrar su viabilidad financiera, con el tiempo jugando en contra, admitió ayer el titular del organismo federal, José Luis Luege Tamargo.
“La semana pasada me reuní con el director de la Comisión Estatal del Agua [CEA, César Coll]; nos hizo una presentación muy amplia; yo estoy convencido que es necesario, estratégico, pero está sujeto a que se presente de forma definitiva para ser evaluado por un grupo más amplio, el Consultivo Técnico de la CNA; ahí se evaluará la parte técnica y nosotros tendremos que evaluar la parte financiera, porque esta cortina [de la presa] originalmente tenía una estimación de dinero a invertir, que evidentemente se va a ver incrementada”, explicó, tras inaugurar el banco de agua de la región, segundo en el país, acompañado del gobernador Emilio González Márquez.
El funcionario evitó el debate, luego que se dio a conocer que la CEA decidió cambiar el proyecto de cortina, originalmente concebido con materiales graduados, al de concreto compactado, lo que incrementaría entre 50 y 100 por ciento los costos del proyecto (Público, 16 de junio de 2009). Pero no se pudo sustraer ante la andanada de preguntas.
—¿Existe la posibilidad de que se pierda el dinero que el gobierno federal está aportando por la tardanza en definir?
—No exactamente; la CNA, el gobierno federal y el gabinete de infraestructura consideran a Arcediano como un proyecto estratégico […] pero las circunstancias económicas del país y de todo el mundo ponen en duda la posibilidad [de hacerlo]; entonces, todo va a depender de la justificación socioeconómica que hagan la CNA y la Secretaría de Hacienda sobre el proyecto definitivo.
¿Qué podría suceder? “Que se tengan problemas en cuanto a la disponibilidad del recurso, o que el costo esté muy por encima de la justificación”.
—¿Estará definido en dos meses?
—Cuando me dicen dos meses, yo digo que en un mes, porque vamos contra el tiempo; es importante que la justificación socioeconómica la tengamos cuanto antes, porque todos sabemos y entendemos las circunstancias.
—Pero si se tienen dos proyectos que resuelven un problema técnico, tiene que optarse por el más barato, ¿no?
—Sí, pero son muchas cuestiones de carácter técnico; para material graduado estás hablando de un volumen que es casi una presa de roca, tiene que tener bancos de material, considerar la transportación, es mucho más gasto cuando no tienes los bancos cerca, y si el embalse te manda a una distancia muy grande y a esas dimensiones del proyecto, imagínate, es como si transportaras una montaña; en ese caso, se propone mejor una montaña de concreto, y para eso tengo que cimentar, pues cimiento, no hay mayor problema; los obstáculos técnicos se salvan con tecnología y con dinero.
Si el proyecto se encareciera, añadió, se puede programar la obra a más años para poder absorber los costos. Tampoco descartó negociar que el gobierno federal aportará más de 40 por ciento, que es el porcentaje actualmente comprometido.
En contraste, Luege Tamargo consideró la presa en El Zapotillo como algo definitivo. “Si no hacemos El Zapotillo no hay plan B, sólo tomar el agua de [el lago de] Chapala y seguir extrayendo del acuífero en zona metropolitana […] nosotros estamos impulsando todos los proyectos a nivel nacional de aprovechamiento de escurrimientos con dos objetivos: evitar la sobreexplotación de acuíferos subterráneos, y recuperar cuencas en la parte alta: reforestación, recuperación de suelos, pago por servicios ambientales, pago por plantaciones comerciales; por esa razón los beneficios sociales asociados al proyecto son altísimos, aquí lo importante es una buena negociación y que a la gente se le apoye con absoluta justicia en el pago de sus bienes y en la recuperación de sus viviendas”, subrayó.
El Banco de Agua inaugurado ayer es el segundo, tras el que se constituyó en 2008 en la región Cuencas Centrales del Norte, que abarca Zacatecas, San Luis Potosí, y porciones de estados vecinos.