Con sus tres metros de largo, el socavón afectó un carril de la avenida. Foto: Rafael del Rio
Natalia Barragán – PÚBLICO
En la avenida Vallarta apareció un nuevo socavón. Aunque en la superficie se observaba un orificio de no más de medio metro, bajo la tierra se extendía casi tres metros de largo (lo equivalente a todo un carril), y más de uno de profundidad.
El agujero se localizó a la altura de la calle Juan Ruiz de Alarcón, en el carril de la extrema derecha Según los vecinos, el socavón apareció el domingo: “Comenzó como un bache y luego se empezó a hacer más grande; ya que vimos que se empezó a cuartear, nos asustamos”, comentó Alma Flores Aceves, administradora del edificio que se ubica justo frente al boquete.
“Le pusimos escobas y cubetas para que los coches no se cayeran”.Al preguntarle sobre si se había reportado el socavón, Alma Flores Aceves aseguró que sí, aunque no supo especificar quién lo hizo.
De igual manera, todos los vecinos consultados aseguraron que el hoyo había sido reportado, aunque ninguno tuvo un número de reporte que confirmará el hecho y dijeron desconocer quién del edificio ubicado a un costado del templo de la Soledad hizo la llamada.Alrededor del mediodía, trabajadores del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) se presentaron para determinar qué ocasionó el agujero.
Ignacio Ávila, jefe de sección de Alcantarillado, quien supervisó los trabajos, explicó que al parecer la tubería estaba rota, lo que provocó que las aguas negras poco a poco arrastraran la tierra bajo el asfalto e hicieran que el suelo se abriera.
Ignacio Ávila negó las acusaciones de los vecinos sobre desatención y aseguró que el SIAPA no había recibido reportes. Dijo que se habían enterado del socavón por la radio, y que sólo después de programar el servicio llegó el reporte al SIAPAtel.
“Primero les hablan a los medios para desacreditarnos, y ya luego reportan”, se quejó,tras explicar que, por su antigüedad, la tubería está hecha de barro, por lo que la cambiarían por una de PVC.
Este socavón apareció tras los dos que, en un periodo de poco más de quince días, se registraron en avenida México y López Mateos, y otro en una pista del Aeropuerto de Guadalajara, lo que provocó, el martes, suspensión de vuelos durante cuatro horas.