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Bosques y cambio climático en América Latina – Cinco temas a observar en el 2014

Amazon - Brazil, 2011.©Neil Palmer/CIAT

La COP 20 que se realizará en Lima brinda una oportunidad crucial para reposicionar los temas forestales en la agenda internacional, dicen los expertos

Niños de la comunidad de Sao Felix, en la Amazonía brasileña. Fotografía de Neil Palmer/CIAT para CIFOR
Niños de la comunidad de Sao Felix, en la Amazonía brasileña. Fotografía de Neil Palmer/CIAT para CIFOR

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Un primer vistazo

  • Se espera que la conferencia internacional de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se realizará en Lima, Perú, en diciembre, catalice la acción sobre varios temas forestales y de cambio climático en la región.
  • Las organizaciones de la sociedad civil se enfocarán en la creciente visibilidad de los bosques, el uso de la tierra y el cambio en el uso de la tierra en la era del cambio climático.
  • Las miradas estarán puestas en los mercados de carbono voluntarios recientemente establecidos en Perú, México y Costa Rica para ver cómo están funcionando.
  • Nuevas herramientas de monitoreo en tiempo real ofrecerán, tanto a gobiernos locales y nacionales como a formuladores de políticas, mayor precisión para monitorear los bosques.

Esta conferencia internacional brinda una oportunidad crucial para reposicionar los temas forestales en la agenda internacional, dicen los expertos. Es la primera vez que una reunión de esta naturaleza se llevará a cabo en un país amazónico.

Con muchos temas compitiendo por atención, la reunión de Lima (COP20) será un paso importante para alcanzar un acuerdo internacional en la conferencia de la CMNUCC a realizarse en Francia en el 2015.

Los negociadores deben ir a Paris “listos para tomar decisiones”, dijo Carol Franco, economista ambiental e investigadora asociada del Centro de Investigación Woods Hole de Massachusetts. “Tenemos solamente dos años, y el tiempo pasa rápido”.

A continuación cinco temas y eventos clave que incluyen a los bosques y al cambio climático en América Latina, y que la investigadora y otros expertos observarán este año.

1. El camino a la conferencia climática en Lima (COP20)

“La importancia de la conferencia en Lima es colocar sobre la mesa temas para la conferencia en París en el 2015”, la que debería alcanzar un acuerdo final, dijo Anne Larson, investigadora principal del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR).

Esos temas incluyen los derechos sobre la tierra de comunidades forestales y poblaciones indígenas, y el avance en el progreso logrado en la cumbre del 2013 en Varsovia sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques (REDD+).

Los negociadores en la COP19 de Varsovia, en noviembre de 2013, “realmente lograron avances en los acuerdos sobre REDD+”, aseguró Franco, que también es miembro de la delegación para las negociaciones sobre el clima de la Republica Dominicana. “Los países desplegaron un gran esfuerzo para comprometerse y debatir“.

Sin embargo, quedan pendiente algunas preguntas clave, especialmente cómo se financiará REDD+ en el largo plazo, ya que los mercados de carbono de límites máximos y comercio han languidecido.

“Lo que necesitamos en 2014 es financiamiento adicional para hacer de REDD+ una realidad en América Latina y en otros lugares”, afirmó Pipa Elías de la Iniciativa de Clima y Bosques Tropicales de la Unión de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists).

“Varios países hicieron promesas financieras en Varsovia, pero no se acercan a lo que necesitamos para proteger a los bosques a gran escala, lo que ha sido demostrado en la mayoría de los análisis económicos”.

Otros temas que pueden entrar en debate en la cumbre de Lima incluyen el pago por los servicios ambientales, además del almacenamiento de carbono, y las maneras de proveer incentivos y compensaciones a través de mecanismos que no sean de mercado, explicó Franco.

Es probable que surjan más temas para la agenda a partir del Resumen del Informe de la Quinta Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), que debe publicarse justo antes de la COP20.

2. Garantizar que los temas forestales más amplios tengan mayor atención política

Aunque los negociadores en Varsovia lograron un avance importante en REDD+, los temas forestales más amplios necesitan mayor atención, dicen algunos expertos. Esta será una tarea fundamental de las organizaciones de la sociedad civil en los próximos 10 meses, aseveró David Kaimowitz, Director de Recursos Naturales y Desarrollo Sostenible de la Fundación Ford.

“Lo más importante para el 2014 es aumentar la visibilidad del papel de los bosques, del uso de la tierra y del cambio en el uso de la tierra en el contexto del cambio climático”, dijo.

“En los últimos dos años, hemos progresado mucho a nivel técnico (especialmente en REDD+), pero perdimos el ímpetu a nivel político”.

Los eventos diseñados para reunir a los grupos de conservación y desarrollo, a los formuladores de políticas, al sector privado y a los científicos, incluyen la Cumbre Mundial sobre Bosques organizada por ‘The Economist’ a realizarse en Estocolmo en marzo, y el Congreso Mundial sobre Parques que se llevará cabo en noviembre en Australia, auspiciado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Aun cuando este último se enfoca en la conservación de las áreas protegidas, la conferencia de este año incluirá una serie de sesiones sobre cambio climático, servicios ambientales y el papel de las áreas protegidas en el bienestar de la comunidad.

“Necesitamos restablecer el vínculo entre la biodiversidad y el cambio climático”, aseguró Yolanda Kakabadse, presidenta de la Junta Directiva de WWF y exministra del medio ambiente de Ecuador. Los bosques y la biodiversidad fueron temas debatidos en la reunión de este mes del Grupo de Trabajo Abierto sobre Objetivos para el Desarrollo Sostenible, que surgió de la conferencia de las Naciones Unidas Río+20.

3. Derechos sobre la tierra para las poblaciones forestales

Un tema de política que encabeza la lista para Larson, Kaimowitz y otros es el papel de las comunidades forestales indígenas y no indígenas en la gestión y conservación de los bosques.

A nivel mundial, las comunidades locales de poblaciones indígenas son propietarias de más de 500 millones de hectáreas de bosques o tienen algún control sobre ellas, según un nuevo informe preparado por la Iniciativa para los Derechos y Recursos (RRI). A pesar de que América Latina aventaja a otras regiones, con 39 por ciento de sus bosques bajo el control de las comunidades, muchas comunidades y poblaciones indígenas todavía carecen de derechos legales sobre sus bosques.

Esos derechos son cruciales si es que las comunidades van a beneficiarse con programas como REDD+, que están diseñados para crear incentivos para la conservación.

“Apoyar los derechos de la comunidad a la tenencia del bosque y la capacidad de las comunidades para defender sus bosques es absolutamente esencial en la reducción de las emisiones derivadas de los bosques”, explicó Kaimowitz.

Los bosques en territorios indígenas generalmente son conservados tan bien o mejor que los bosques en áreas protegidas oficiales, indican estudios. Los grupos indígenas posiblemente se movilizarán para hacer conocer esta situación en el Cuarto Congreso Mesoamericano de Áreas Protegidas que se realizará en Costa Rica en marzo, y en la Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas programada para septiembre en Nueva York.

4. Mercados voluntarios de carbono

A pesar de que el comercio internacional de carbono se está rezagando debido a losbajos precios del carbono,  REDD+ está estimulando a los países de manera individual para que establezcan sus propios incentivos para la conservación forestal.

Las miradas estarán sobre ellos este año para ver cómo operan.

Perú está entre los países que observará los intercambios de carbono lanzados en Costa Rica y México a finales del 2013. A medida que esos intercambios se intensifiquen este año, otros países podrán aprender lecciones de ellos y aprovechar su experiencia, afirmó Gustavo Suárez de Freitas, quien dirige en Perú el Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático.

“También tenemos que considerar cómo medir los beneficios no relacionados con el carbono de los proyectos de REDD+, dijo Bruno Locatelli, investigador del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD) y de CIFOR.

“REDD+ solamente puede funcionar si brinda beneficios a las poblaciones locales y al país anfitrión, además de los beneficios para la mitigación del cambio climático en el mundo. REDD+ debería ser parte de las estrategias para el desarrollo sostenible, donde los beneficios no relacionados al carbono puedan ser incluso más importantes que los beneficios del carbono”.

Amanecer en la frontera de la Reserva Juma en la Amazonía brasilera. Fotografía de Neil Palmer/CIAT para CIFOR
Amanecer en la frontera de la Reserva Juma en la Amazonía brasilera. Fotografía de Neil Palmer/CIAT para CIFOR

Este año, el Organo Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT) de la CMNUCC continuará considerando temas metodológicos vinculados a los beneficios no relacionados con el carbono de REDD+.

“La OSACT ya acordó que es importante tomar en cuenta estos beneficios para REDD+, pero también reconoció que se necesita claridad sobre los tipos de beneficios y los métodos asociados. Como América Latina tiene mucha experiencia en REDD+, las lecciones aprendidas pueden contribuir al progreso en los beneficios no relacionados con el carbono”.

Pero la visión de los bosques debe ir más allá de los servicios discretos, afirmó Andrew Jarvis, jefe del Programa para la Decisión y Análisis de Política en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en Colombia. La política sobre el clima requiere un “pensamiento vinculante” que coloque a los bosques en medio de una red que conecta elementos como la cobertura terrestre, el agua, la energía y la seguridad, dijo.

“El cambio climático multiplica las amenazas a los alimentos, al agua y a la seguridad energética, y en general a la seguridad humana”, y los expertos en esas áreas deben trabajar juntos para “preparar un mensaje que sea de utilidad para los políticos”, demostrando las conexiones “en una forma simple y elegante que sea útil para los formuladores de políticas”.

5. Poner las herramientas de monitoreo en manos de los gobiernos locales

El éxito de REDD+ y del comercio de carbono depende de la medición, reporte y verificación precisas (MRV) del cambio en la cobertura forestal y en las reservas de carbono. Los gobiernos locales y nacionales y los formuladores de políticas tienen mayor acceso a las herramientas de monitoreo que nunca antes, tendencia que probablemente continúe en el 2014, con el lanzamiento del Global Forest Watch, un sistema de monitoreo en tiempo real.

Este sistema unirá sistemas tales como Terra-iCLASlite del Instituto Carnegie para la Ciencia, y un nuevo sistema de alta resolución  para elaborar mapas del cambio en la cubierta terrestre dado a conocer a fines del 2013 por Matthew Hansen de la Universidad de Maryland.

La tecnología para la detección y ubicación con láser y radar (LiDAR) sigue siendo el estándar de oro para elaborar los mapas de las reservas de carbono, de acuerdo con Scott Goetz, subdirector e investigador del Centro de Investigación Woods Hole.

Los escáneres terrestres LiDAR proporcionan una imagen detallada de la biomasa en una ubicación determinada, en tanto que los investigadores pueden usar sistemas instalados en pequeños aviones para hacer mapas de todo un país o región, como lo hizo en Panamá el ecologista tropical Gregory Asner del Instituto Carnegie.

Sin embargo, ambos tienen limitaciones –el sistema terrestre tiene un rango limitado, en tanto que un sistema instalado en un avión es costoso y requiere de sobrevuelos repetidos. La mejor solución –que es la meta de los científicos que están trabajando en tecnología de monitoreo– sería un sistema LiDAR en un vehículo espacial instalado en un satélite o en la estación espacial internacional, dijo Goetz.

Redacción Verdebandera