Sergio Hernández Márquez
23 de diciembre de 2007.- Gerardo Ceballos González es un nombre que ciertamente pocos mexicanos conocen a pesar de lo mucho que le ha dado al país, y no se diga a Jalisco. Claro, no es una estrella pop, un futbolista famoso o un político de escándalo.
Él es un científico apasionado de los recursos naturales que tiene su centro de operaciones en el Instituto de Ecología de la UNAM, en la Ciudad de México, donde encabeza un equipo de trabajo que en el 2008 intentará que Jalisco proteja el corredor biológico del jaguar ubicado entre la Reserva de la Biosfera Chamela Cuixmala y la Sierra de Manantlán.
Que Gerardo Ceballos tenga esta meta no es poca cosa: en su momento sentó las bases científicas para que se protegiera parte de la selva jalisciense, en el municipio de La Huerta, una de las ecorregiones más importantes del mundo por la diversidad de especies que alberga.
Proteger al jaguar es otro motor en su vida y conoce al felino como pocos. Lo ha estudiado en la costa de Jalisco y también en Calakmul. Ahora realiza un censo para saber a ciencia cierta cuántos ejemplares quedan en el país de este animal que tiene como nombre científico pantera onca.
El 27 de noviembre fue galardonado con el premio Por Amor al Planeta, que otorga la empresa Volkswagen, recibiendo un estímulo de 50 mil dólares.
Gerardo Ceballos muestra su preocupación por las presiones empresariales para destruir los manglares y hace una reflexión sobre lo que fue el 2007 en términos de conservación.
¿A qué le sabe este premio?
«Me dio muchísimo gusto porque en primer lugar es un reconocimiento a mi, a mi grupo de trabajo, pero también es un reconocimiento a la Universidad Pública que destina recursos a la investigación y en ese sentido creo que es un gran reconocimiento a la Universidad, a hacer investigación en una tarea tan importante como es la conservación, y en ese sentido fue una gran sorpresa y estoy muy contento de hecho con ese reconocimiento
¿En qué momento de su vida profesional llega este reconocimiento?
Llega en un momento que está consolidándose mi grupo de trabajo, en que ya pasé la parte de que los científicos tenemos muchas presiones por hacer cosas y en un momento en el que podemos hacer cosas que trasciendan más sin importar mucho ya tu currículum porque ya está consolidada esa parte, entonces en ese sentido llega en un momento que es un parteaguas en donde queremos hacer una escala para hacer cosas mucho más grandes como el Censo Nacional del Jaguar, la Reserva de Janos y tratar de proteger Chamela Cuixmala.
Llega en un momento donde mi grupo de trabajo del Instituto de Ecología de la UNAM y yo estamos empezando a hacer cosas a un nivel y una escala mucho más grande, que es con el que hemos logrado hacer tantas cosas.
¿Qué balance puede hacer de la lucha que en el 2007 se hizo en Chamela para echar abajo los permisos otorgados por la anterior administración federal que buscaban convertir la zona en un espacio de explotación turística comercial?
Creo que demuestra varias cosas: una el interés del Presidente Calderón de hacer la cuestión ambiental como una prioridad y por otro lado que la ciencia fue la respuesta sólida a cuestiones de desarrollo que tanto necesita el país pero sin que deterioren y causen a la larga más problemas.
El balance me parece que es muy positivo, se han parado los proyectos, se están evaluando correctamente ahora, tenemos negociaciones con dos de esos grupos que están interesados en hacer las cosas bien hechas en términos de conservación que les va a redituar más en beneficios económicos a sus proyectos.
Otra de las cosas que estamos tratando de hacer ahora es que los proyectos además de ser ambientalmente correctos sean socialmente sensibles y que el proyecto vaya acompañado de una serie de acciones que beneficien a los pobladores locales que a la larga son los que van a mantener el proyecto funcionando y está funcionando muy bien el esquema.
¿Podemos tener en el 2008 un ganar – ganar en Chamela Cuixmala?
Yo estoy seguro que vamos a tener un ganar – ganar en Chamela Cuixmala, que se van a acomodar los proyectos bien, hemos hecho una propuesta al señor Presidente de que se protejan entre 50 mil y 80 mil hectáreas más que conectarían a Chamela con Manantlán, que va a permitir que haya un corredor para jaguares muy grande y es el parteaguas, es básicamente el agua donde se genera el agua de los desarrollos turísticos (de la costa).
La propuesta no viene de mi directamente viene del doctor José Sarukhán que es el presidente de Conabio (Comisión Nacional para el Manejo y Uso de la Biodiversidad), a propuesta de nosotros también, ha sido muy bien recibida. Es un espacio en el que hay poca gente, no tiene vocación más que para conservación y en ese sentido creo que va a ser muy positivo.
¿En general cómo vio el 2007 en el tema de la conservación de los recursos naturales en México?
Hubo una cuestión como intermedia, me parece que no hubo los avances que podía haber desde la parte gubernamental de la Semarnat, pero por otro lado la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. La ciencia avanzó muchísimo, me quedo con un buen sabor de boca del 2007 sobretodo por cuestiones como Chamela Cuixmala, que se han logrado parar para hacerlas bien, y en ese sentido está bien el 2007. Tengo grandes esperanzas de que la ley de manglares no se modifique y tengo muchas esperanzas de que el Presidente Calderón sí tome lo que ha hecho con su discurso que a mi me parece que con una mejor asesoría el señor pudiera tener mucho más impacto, creo que él está sensible a las cuestiones ambientales y lo único que hay que hacer es darle los insumos correctos.
¿Qué especie, qué ecosistema, región, o asunto importante relacionado con la conservación se le olvidado al país en el 2007?
Los grandes olvidados son los manglares, las especies en peligro, entender que conservación y desarrollo pueden ir de la mano y es el gran reto y es lo que tenemos que seguir impulsando.
¿A pesar de todo México va por buen camino?
Creo que sí, hay mucha gente que hace las cosas correctamente y creo que vamos por buen camino pero hay que apretar, hay que apurarnos, hay que correr en lugar de caminar pero creo que vamos por buen camino.
El Artículo 60 Ter de la Ley de Vida Silvestre en realidad tiene dividido al país la gente que busca conservar este ecosistema y los empresarios turísticos que están presionando bastante fuerte a los políticos para que se logre modificar la Ley de Vida Silvestre. ¿Cómo resolvemos esta divergencia que parece que en el 2008 se va a tornar todavía más fuerte?
Es una dicotomía falsa, se puede hacer todo el desarrollo que quieras sin destruir el manglar, se puede hacer perfectamente bien, está toda la ciencia y la tecnología que se requiere para hacerlo, simplemente se requiere voluntad política para sentar en la mesa a los grupos interesados y llegar a entender primero la importancia del manglar.
El 95 por ciento de las especies importantes para las pesquerías nacionales, el 95 por ciento dependen del manglar para reproducirse y si tu lo destruyes se pierde. Es decir, perder el manglar tiene impactos negativos económicos muy severos.
¿Preferiría que el Artículo 60 Ter de la Ley de Vida Silvestre se quede como ahora?
Que se mantenga y que se explique a los desarrolladores como sí se pueden hacer los desarrollos.
¿Si usted pudiera tener la posibilidad de premiar a alguien, persona ONG, o institución por sus actividades en favor de la preservación de los recursos naturales, quienes podrían ser sus candidatos?
Yo premiaría al Doctor Alberto Székely que acaba de ganar a nivel internacional que no se sigan cazando las ballenas. Es mexicano quien ha estado trabajando de lleno en tratar de encontrar soluciones al desarrollo y a la conservación en Chamela Cuixmala, y otra cosa que yo haría sería reconocer a la gente más pequeña, a la gente que trabaja pero que no tiene por ejemplo la visibilidad que yo tengo pero que son en realidad los grandes héroes de la conservación.
Es gente que está en el lugar, que lucha, que ama a su sitio y que fundamentalmente son los que pueden lograr que este país siga funcionando ambientalmente y puedo mencionar docenas de gentes. Los que trabajan conmigo con el jaguar, por ejemplo, en Calakmul, que llevan 20 años trabajando tratando de proteger el jaguar, la gente que trabaja tratando de proteger el perrito de las praderas en Chihuahua y que desgraciadamente no tienen el nombre que yo tengo, que otros científicos tenemos y no reciben reconocimientos como este, pero ellos son los verdaderos héroes de la conservación en este país.
¿Qué pendientes tiene Gerardo Ceballos para el 2008?
Tengo muchos pendientes importantes por ejemplo sacar la Reserva de Janos, en Chihuahua, de medio millón de hectáreas, empezar a restaurar las Ciénegas del Lerma y obviamente incrementar el área de Chamela Cuixmala.
CONÓZCALO MÁS
Gerardo Ceballos actualmente es investigador Titular «C» de Tiempo Completo del Instituto de Ecología de la UNAM. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana Ciencias.
Nació en Toluca, Estado de México, en 1958. Ha sido un entusiasta observador de la naturaleza desde su infancia. Hizo sus estudios hasta la preparatoria en Toluca.
Estudio su licenciatura en biología en la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, y empezó su carrera especializándose en el estudio de los mamíferos, pero sus intereses académicos, que incluyen a la ecología, biogeografía y conservación, lo han llevado a trabajar también con otros grupos de animales.
Estudió una maestría en ecología en la Universidad de Gales, Gran Bretaña, y un doctorado en ecología y biología evolutiva en la Universidad de Arizona (Tucson).
Ha publicado con otros coautores veinte libros, entre los que destacan «Los mamíferos de la Cuenca de México», «Diversidad de Fauna Mexicana», «Los mamíferos de la Costa de Jalisco», “Las aves de México en peligro de extinción”, “Animales de México en peligro de extinción”, “Los Mamíferos de México” y “Biodiversty, ecosystems, and conservation in northern Mexico”. Es autor de más de 220 artículos científicos y de divulgación sobre temas ecológicos diversos y conservación. Además de la biología sus intereses incluyen la música, la lectura y la fotografía.
Ha recibido varios reconocimientos por su trabajo académico como el Premio Rolex (Mención honorífica, 1990), el Premio al Servicio Distinguido en Academia de la Sociedad de la conservación biológica (2005), el Premio Nacional al Merito Ecológico (2005), la Beca Guggenheim (2005), y más recientemente el Premio Whitley (2006).
Fuente: Página web del Instituto de Ecología de la UNAM