Vania de Dios – MURAL
A los desarrolladores del Fraccionamiento Residencial Albaterra, en Zapopan, los pararon en seco: el Ayuntamiento les clausuró la obra porque talaron 460 árboles, sin permiso, para construir sus viviendas.
El director de Inspección a Reglamentos, Pablo Aguilar Lucio, señaló que la empresa comenzó con el derribo clandestino de 400 árboles, pero después detectaron que habían cortado 60 más.
Al advertir que ya habían tenido problemas con la constructora del consorcio Ara, el funcionario informó que carecen del estudio de impacto ambiental -que establece las medidas para reducir los efectos negativos en el medio ambiente-.
«Siendo una área altamente forestada, únicamente declararon una cantidad de biomasa mínima», dijo Aguilar Lucio.
«En la visita que se hizo se constataron las zonas de los derribos y se constataron caminos que no estaban autorizados que también implicaron movimientos de árboles».
Consorcio Ara obtuvo la licencia de urbanización en diciembre del
«Es importante que desde el principio se alineen bien todos los datos», insistió Aguilar Lucio.
Entre las irregularidades que detectaron está que el consorcio Ara tramitó un estudio ante
Adelantó que para reponer o mitigar el daño que ocasionaron con la deforestación podrían pedirles entre 10 y 50 árboles por cada uno que tiraron.
«Obviamente se pide una reposición de biomasa, de acuerdo al tamaño de los árboles derribados, se cuantifica que puede ir de 10 árboles por cada uno de los derribados hasta 40 o 50 árboles», agregó el funcionario.
«Implica un acercamiento con la empresa para empezar a ver cuáles son los impactos reales, ahorita no podemos medirlos porque ni siquiera tenemos el proyecto completo».
El Ayuntamiento clausuró las obras el lunes 14 de enero por violaciones al reglamento e incumplir el proyecto de urbanización que autorizó el Ayuntamiento, cuando lo encabezaba el ex Alcalde interino Ismael Orozco Loreto.
El desarrollo residencial se ubica en el kilómetro 7.5 de