En un fallo histórico ordenó a Japón detener la emisión de permisos especiales de caza “científica” de ballenas en la Antártida por, entre otros, violar la moratoria global sobre la caza comercial y el santuario de ballenas del Océano Austral
Por Centro de Conservación Cetacea
31 de Marzo de 2014 – El gobierno de Japón enfrentó esta mañana en La Haya una rotunda derrota cuando el presidente de la Corte Internacional de Justicia, Peter Tomka, dictaminó que las operaciones balleneras de dicho país en la Antártica no cumplen con el propósito de investigación científica bajo los estatutos que rigen el trabajo de la Comisión Ballenera Internacional.
Durante la lectura del histórico veredicto Tomka afirmó que de acuerdo a las evidencias presentadas por las partes, Japón ha implementado la denominada caza “científica” de ballenas en la Antártica por razones logísticas y políticas más que científicas. En consecuencia la Corte ordenó a Japón revocar cualquier permiso de caza “científica” de ballenas en el Océano Austral así como no emitir nuevos permisos de captura.
El caso se inició en Mayo de 2010 cuando el gobierno de Australia presentó una demanda contra Japón ante la Corte Internacional de Justicia por la matanza de ballenas en el Océano Austral con supuestos fines de investigación científica. Esto porque desde la implementación de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas en 1986, Japón ha capturado más de 14,000 ballenas con supuestos fines de investigación científica que luego son comercializadas en el mercado japonés e incluso exportadas ilegalmente a países como Estados Unidos.
A pesar de ser uno de los temas más controversiales de la Comisión Ballenera Internacional, la caza “científica” de ballenas de Japón en Antártica fue implementada por más de 25 años debido a la falta de mecanismos de cumplimiento que hagan efectivas las medidas adoptadas por la Comisión.
Latinoamérica e Implementación del Fallo de la Corte
José Truda, representante del Centro de Conservación Cetacea (Brasil) e Instituto Augusto Carneiro, destacó que el fallo constituye un día de fiesta para las ballenas del Hemisferio Sur. Sin embargo lamentó que los países latinoamericanos “no se hayan sumado a este histórico juicio ya que habría sido una demonstración importante de solidaridad hemisférica”. Truda agregó que “es fundamental que ahora los gobiernos de la región trabajen activamente para reformar la Comisión Ballenera Internacional, aprobar nuevos santuarios, dejar definitivamente la ballenería en el pasado y proteger las especies de cetáceos como un patrimonio global compartido”.
Por su parte Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecocéanos, señaló que «Es una victoria estratégica para nuestros océanos y los ciudadanos del planeta. Especialmente los Latinoamericanos, quienes vienen impulsando de manera inclaudicable una campaña de apoyo a la demanda australiana contra las operaciones anuales de caza del gobierno japonés en aguas antárticas. Esta decisión inapelable de la Corte Internacional de Justicia genera un antes y un después para la Comisión Ballenera Internacional, al propinar un duro golpe a la falacia de la caza «científica», instrumento con el cual se pretende crear las condiciones para la eliminación de la actual moratoria global a la caza comercial de ballenas. Este dictamen, sumado a la presión ciudadana, constituye unenorme respaldo político para que el bloque de Estados de Latinoamérica (GBA) tomen decididas acciones para implementar el dictamen de la Corte en aguas del Océano Austral/Antártica, en defensa de la paz, la cooperación internacional y la defensa de sus intereses estratégicos «.
Para Roxana Schteinbarg, coordinadora ejecutiva del Instituto de Conservación de Ballenas de Argentina afirmó que este fallo vino a poner fin a los reiterados abusos de Japón desafiando la prohibición vigente a la caza comercial de ballenas y violando la integridad del Santuario del Océano Austral. Schteinbarg agregó: “Es un día donde memorable, un día para festejar, pero debemos continuar trabajando articuladamente entre los gobiernos conservacionistas y la sociedad civil con miras a la próxima Reunión de la CBI en Eslovenia en septiembre próximo para defender con fuerza la moratoria a la caza comercial de ballenas. Esto sólo será posible con la participación de la mayor cantidad de países conservacionistas con voz y voto y en este sentido América Latina juega un rol clave como uno de los bloques más importantes en el seno de la CBI”.
Creciente presión de Japón
A pesar de la victoria para las ballenas y la gobernanza marina de la Antártica, la presión de Japón al interior de la CBI para imponer sus intereses balleneros continua siendo una creciente amenaza. Esto se vio reflejado en 2010 cuando una propuesta que buscaba legalizar la denominada caza “científica” de ballenas el en santuario del Océano Austral estuvo a punto de ser aprobada de no ser por la fuerte oposición de Australia y el bloque de países latinoamericanos que forman parte de la CBI, conocido como Grupo Buenos Aires.
En este contexto Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea de Chile, afirmó que “el fallo de la Corte a favor de Australia es el resultado de años de trabajo de diversos países y organizaciones civiles que jamás han cedido ante las crecientes presiones al interior de la CBI para legitimar operaciones balleneras que violan la moratoria y el santuario de ballenas del Océano Austral. Hoy la Corte nos ha dado la razón”.
Sin embargo Cabrera advirtió que la mala fe con que opera Japón al interior de la CBI no se limita a la caza “científica” de ballenas. Su agresiva política orientada a imponer su agenda ballenera ha contemplado durante más de una década la compra de votos de países que se suman a la CBI para apoyar a Japón a cambio de programas de financiamiento pesquero y sobornos a funcionarios de gobiernos del Caribe y África occidental que han sido documentados en video por investigaciones encubiertas.
Al respecto la ambientalista agregó que “es necesario enfrentar este tema con el mismo rigor con el cual se ha abordado la denominada caza científica de ballenas en la Antártica ya que tras este fallo Japón podría aumentar sus esfuerzos para tomar el control de la CBI mediante métodos tan condenables como sus falsos programas de caza científica”.