Es uno de los terrenos más antiguos y ricos y ya empieza a ser devastado por inmobiliarias
Jorge Covarrubias – LA JORNADA JALISCO
El dictamen de protección al bosque de El Nixticuil que aprobó el Congreso del Estado el pasado 20 de febrero no contempla alrededor de 30 hectáreas que se encuentran anexas a la colonia Colinas del Río. Adrián Hernández, uno de los miembros del Comité Salvabosque Tigre II, comentó que dicho territorio es uno de los más antiguos y ya comienzan a devastarlo empresas inmobiliarias.
“Esta parte del bosque es muy antigua. Nosotros lo sabemos por el diámetro y la altura de los encinos que hay ahí; esta parte es propiedad del ejido Zapopan, se llama. Lo que está sucediendo es que una serie de inmobiliarias, de las que aún no tenemos los nombres, porque incluso están trabajando encubiertas, empezaron a seccionar el bosque, el ejido pues, que no deja de ser bosque, y están empezando a construir casas, varios fraccionamientos”, refirió.
Ayer, los miembros del Comité Salvabosque acudieron a esta zona por solicitud de los vecinos de Colinas del Río, a fin de reforzar la oposición y emprender acciones legales para revertir la invasión de inmobiliarias. Hernández manifestó que lo anterior preocupa porque se trata de una de las zonas más ricas y antiguas del bosque y las autoridades del Ayuntamiento de Zapopan no han establecido mecanismos para protegerlo.
“Incluso nosotros sabemos pues que es de vocación forestal. Entonces también debió haber un cambio de uso de suelo, de uso forestal a uso habitacional”, mencionó, a la vez que precisó que desde hace dos meses se han derribado un promedio de 11 encinos diarios, principalmente en las noches, sumado a incendios provocados intencionalmente para acabar con el arbolado.
Precisó que este lugar es poco conocido, razón por la cual el dictamen de protección al bosque de El Nixticuil pasó sin mayores obstáculos en el Poder Legislativo.
El decreto aprobado por los diputados establece que por causa de “utilidad pública e interés social” se declara como área protegida, bajo la categoría de manejo de área municipal de protección hidrológica, el bosque El Nixticuil, ubicado en el municipio de Zapopan.
La declaratoria abarca además las áreas de San Esteban y El Diente, para una extensión total de mil 591 hectáreas que forman parte de la microcuenca del río Blanco.
El decreto prevé el destino del bosque “a la preservación y protección del suelo, las aguas, las bellezas escénicas y en general de los recursos naturales, forestales y de sus cuencas hidrográficas”.
Además, se establece que en el río Blanco se “observará e implementará una política de restauración ambiental-hidrológica”.
Desde diciembre de 2006 los miembros del Comité Salvabosque Tigre II denunciaron que la supuesta declaratoria de área natural protegida del bosque El Nixticuil permitiría que grupos empresariales, entre ellos el de la familia Leaño –dueña de la Universidad Autónoma de Guadalajara–, pudieran utilizar al menos 400 de las mil 800 hectáreas que deberían quedar restringidas a la urbanización de acuerdo con el decreto en estudio, y así fue: en el decreto aprobado por los diputados quedó fuera un territorio vasto que disputaban estos empresarios.
Con el acuerdo aprobado por el Congreso, y que fue presentado por el Ayuntamiento de Zapopan, ya no se podrá modificar el uso de suelo en el terreno “distinto al que hubiese tenido antes de la declaratoria”.
Para la autorización de actividades productivas se requerirá del permiso de la Dirección General de Ecología y Fomento Agropecuario del municipio, “siempre y cuando resulten compatibles con las acciones de conservación, protección, preservación y aprovechamiento sustentable”.
También se establecen las reglas de manejo en cuanto a reforestación y retiro de vegetación muerta, de aprovechamiento de especies de flora y fauna silvestres, así como restricciones para la introducción de especies exóticas o para la realización de actividades privadas o públicas que puedan afectar la conservación del bosque.
La responsabilidad de vigilancia para el cumplimiento de la declaratoria corresponderá al Ayuntamiento de Zapopan. En cuanto a los propietarios o titulares de concesiones o derechos en la zona protegida, tendrán que sujetarse a las reglas de conservación y preservación; sin embargo, se dejan a salvo los permisos otorgados para urbanización antes de la entrada en vigor del decreto.
Adrián Hernández mencionó que por lo pronto acudirán a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) a interponer una queja por violación a los derechos de tercera generación, que se refiera a daños al ambiente.