Autoridades municipales y organizaciones civiles exhibieron las omisiones en que han incurrido las autoridades.
Evelyn Águila – EL INFORMADOR
Ante la grave contaminación del Río Santiago y las decenas de denuncias sin respuesta, senadores consideran que hay elementos para promover un juicio de responsabilidades contra funcionarios.
Ayer, los legisladores documentaron las repetidas omisiones en las que han incurrido las autoridades, en voz de los afectados y organizaciones ambientalistas y civiles, quienes a lo largo de tres horas no dejaron duda de las nulas acciones.
La propuesta de castigar a los responsables fue lanzada por Silvano Aureoles Conejo, presidente de
Ramiro Hernández, senador priista, consideró que la crisis ambiental y de salud que padecen los pobladores amerita fincar un juicio de responsabilidades, y advirtió que seguirán alzando la voz desde la tribuna: “No nos vamos a callar, vamos a llevar los temas cuantas veces sea necesario y tampoco vamos a incurrir en debates estériles; ni somos tontos, ni somos ingenuos”.
En uno de los salones del Ayuntamiento de El Salto, se reunieron por primera vez dependencias de los tres órdenes de Gobierno en torno a un solo problema: La polución del Río Santiago, que tiene su peor punto en la confluencia de ese municipio y Juanacatlán.
El secretario de Salud Jalisco, Alfonso Gutiérrez Carranza, y el director de
En ese salón, donde menudearon pancartas y gritos, Rodrigo Saldaña, presidente de la organización Vida y el propio alcalde de El Salto, Joel González, enlistaron cada una de las denuncias, quejas y peticiones de información que han vertido desde hace varios años a todas las instancias ambientales y de salud, que a la fecha no han sido atendidas. Incluso, ni siquiera las solicitudes de los propios senadores han tenido respuesta desde noviembre del año pasado.
El primer edil de Juanacatlán, Ramiro Tapia, cuestionó la intención de los funcionarios de resolver el problema precisamente después de la muerte del niño Miguel Ángel López, quien presuntamente se contaminó con arsénico al caer al río.
Luego de que la comitiva especial escuchara a las diversas organizaciones y a las autoridades de medio ambiente que dijeron cumplir con sus obligaciones, se trasladaron al puente que une los municipios de El Salto y Juanacatlán, donde los senadores percibieron el característico olor a “huevo podrido” que emana el río.
Mientras unos legisladores resistieron entre quejas el fétido olor, otros recurrieron a los cubrebocas, mientras observaban sorprendidos el ruido de la enorme cascada llena de espuma blanca que volaba al compás del viento.