Aguas contaminadas se desviarán 3.5 km de zonas habitadas, indica la CNA.
Agustín del Castillo – PÚBLICO
El organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (CNA), que preside Raúl Antonio Iglesias, aclaró ayer que el planteamiento de entubar las descargas residuales que llegan al río Santiago por El Salto de ningún modo significa el entubamiento del propio río.
“No se propone tal cosa; lo que se pretende es que las aguas contaminadas que se habían estado acumulando en la cortina de la represa de El Salto no descarguen allí, sino que bajen otros 3.5 kilómetros y no afecten a las comunidades habitadas, pero el río seguirá abierto”, señaló el vocero de la institución Eugenio García Barajas.
En el mismo sentido se había manifestado la secretaria de Medio Ambiente de Jalisco, Martha Ruth del Toro Gaytán, el pasado 12 de febrero, cuando se abrieron las compuertas de El Salto; la funcionaria declaró a este diario que la tubería evitaría la llegada de aguas negras a los asentamientos humanos y, a futuro, podría servir para entregar agua tratada al módulo de riego de La Aurora, aguas abajo.
La CNA también advierte que el líquido que se entrega a los irrigadores es parte de una concesión debidamente registrada. Se trata de agua del lago de Chapala cuyo punto de entrega es la cortina de El Salto. Sucede que allí se juntan aguas negras y alteran la calidad del agua de riego. Sin embargo, lo que se siembra en esa zona son cultivos “de tallo alto” que tendrían escaso riesgo de contaminarse precisamente por sus características al tomar la humedad del medio.
Las aclaraciones del organismo federal buscan acotar el debate sobre lo que sucederá sobre el Santiago, dado que el gobernador Emilio González Márquez y diversos de sus colaboradores han asegurado que se trata de desviar el río y sus aguas.
En los seis o siete meses de secas, el Santiago y sus afluentes traen una alta concentración de contaminantes, pero en tiempos lluviosos tal concentración se diluye por el gran volumen de agua pluvial. Con el colector de desvío, las aguas negras no entrarían a la corriente y entonces se podría tener una corriente superficial relativamente sana, aunque con lodos de contaminantes acumulados durante más de tres decenios de descargas.
Las subcuencas de la zona metropolitana de Guadalajara descargan íntegras en el río Santiago. Su tratamiento no rebasa 3 por ciento del volumen. Es decir: casi diez mil litros por segundo de aguas negras son descargadas.
Obras implican excavar 8 metros: Fernando Guzmán
Las obras para entubar el río Santiago a la altura del municipio de El Salto requerirán una excavación de entre siete y ocho metros, para provocar un desnivel que haga correr el agua y no se genere un foco de contaminación, según informó ayer el secretario de Gobierno Fernando Guzmán Pérez Peláez.
En entrevista, aclaró que ya en el presupuesto que se hizo de la obra se incluyó la excavación, por lo que no la encarecería. Confirmó también que en abril próximo se licitará la planta de tratamiento de aguas residuales de El Ahogado, que estaría terminada en tres años.
Guzmán dijo que “con la inclinación natural que existe, de 60 centímetros, sería inviable o por lo menos no habría certeza de que pudiera fluir el agua. Se está pensando hacerlo en una excavación, a siete u ocho metros bajo superficie y que de esta manera pueda darse una inclinación mucho mayor y que esto asegurara el flujo”. Así, agregó, no se requeriría bombeo.
Sobre las causas de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, el secretario de Gobierno dijo que aún no hay una respuesta, pues ésta se tendrá hasta que se tengan los resultados de la autopsia y de los estudios que lleva a cabo en la zona la Secretaría de Salud. Aclaró que por sentido común se puede adelantar “que ese río está contaminado con desechos materiales e industriales”, pero aún no se puede establecer con certeza qué fue lo que sucedió.
En cuanto a la posibilidad de que se declare zona de emergencia ambiental, Fernando Guzmán indicó que ésta “es muy estruendosa, pero tiene pocos resultados”.