Redacción
Por Verdebandera
06 de enero de 2013.- Autoridades locales y federales que atacaban un incendio en el Bosque de La Primavera, en Jalisco, el jueves 5 de abril del 2011, se toparon por casualidad con un laboratorio clandestino para la elaboración de drogas sintéticas, lo que representó sólo una muestra de lo que está pasando en las Áreas Naturales Protegidas del país.
El diario Milenio da a conocer hoy domingo un reportaje del periodista Víctor Hugo Michel, en el que documenta cómo desde el año 2006, han sido encontrados 109 laboratorios clandestinos de producción de drogas químicas en zonas protegidas federales, algunas altamente frágiles como en el Golfo de California y el Delta del Río Colorado, único refugio de la vaquita marina, especie en alto riesgo de desaparecer.
En el reportaje se menciona que tan solo en la zona protegida de la Mariposa Monarca y en el Bosque de La Primavera se han encontrado, en los últimos 6 años, un número de 23 laboratorios, aunque no clarifica el reportaje cuántos de ellos son en cada una de estas reservas naturales.
Según el periodista, los laboratorios en áreas protegidas del país son instalados principalmente por el cártel de Sinaloa y el de La Familia Michoacana, quienes para la fabricación de drogas sintéticas utilizan químicos nocivos que dañan el medio ambiente, sin que se estén realizando las indispensables labores de restauración que pueden llegar a costar 150 mil dólares.
[box type=»info» head=»Contaminación por laboratorios de droga»]Según estima el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el laboratorio promedio de metanfetaminas produce entre 2.5 y 3.5 kilos de desecho tóxico por cada 500 gramos de metanfetamina elaborada. Algunos de los compuestos que terminan siendo vertidos al agua o la tierra —y que pueden contaminar acuíferos o fuentes de alimento de animales— son la acetona, el ácido sulfúrico, sulfato de amonio, freón, hidróxido de sodio y metanol, además de ácido muriático, litio metálico, éter, tricloroetano y tolueno.
En los siguientes enlaces se puede consultar un reportaje publicado en el diario El Informador, en febrero de 2012, el cual señala la desatención de las autoridades ambientales para restaurar los sitios afectados por laboratorios de drogas sintéticas:
Parte Uno:
Parte Dos: Cada kilo de droga sintética genera cinco de desechos
Parte Tres: Sin atención, daños ecológicos por narcolaboratorios en Jalisco[/box]
Las áreas protegidas del país son administradas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), personal que se dedica a cuestiones de preservación de los recursos naturales, educación ambiental y relación con las comunidades.
El realizar funciones de cuerpos de seguridad no está dentro de las funciones de la Conanp, quienes para la vigilancia de las áreas protegidas se apoyan en autoridades municipales, estatales y federales.
Por la seguridad de sus investigadores, la Conanp declinó hacer comentarios para este reportaje de MILENIO y rechazó dar a conocer si ha detectado daños en el medio ambiente o especies protegidas debido a la proliferación de laboratorios clandestinos.
“No podemos conceder entrevistas o dar información sobre temas de seguridad nacional”, dijo su vocero, Gabriel Manzanilla. Los investigadores de la comisión no cuentan con protección alguna y deben moverse, en muchas ocasiones de forma solitaria, por las zonas en las que han sido hallados los laboratorios.
Greenpeace también declinó comentar al respecto. “No hablamos de temas de narcotráfico”, dijo Raúl Estrada, su encargado de comunicación.
[box type=»note» head=»Áreas con problemas»]Desde 2006, 109 laboratorios clandestinos con distintos grados de toxicidad han sido hallados en Áreas Naturales Protegidas entre ellas en las siguientes zonas del país:
Bosque de La Primavera
Golfo de California y Delta del Río Colorado
Valle de los Cirios, Baja California
La Encrucijada y el Volcán de Tacaná, en la frontera entre Guatemala y Chiapas.
Marismas Nacionales, Nayarit
Corredor Biológico Chichinautzin, en Morelos
Cerro de las Campanas y la Sierra Gorda, en Querétaro
Nevado de Toluca, en el Estado de México
La distancia tampoco ha sido impedimento: un laboratorio fue hallado en marzo de 2011 por tropas del Ejército en la Reserva de la Biósfera de la isla San Pedro Mártir, ubicada prácticamente a la mitad de la nada, en el Mar de Cortés, a 53 kilómetros de Sonora y 51 de la península de Baja California.
La isla es considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y sitio de preservación de aves y especies marinas como tortugas perico, carey, prieta y golfina. La propia Conanp admite que en los años recientes el ecosistema de San Pedro Mártir se ha visto sometido a una fuerte presión debido a “la presencia humana en la isla”, desde turistas y pescadores, hasta militares.[/box]
Dos casos en el Bosque La Primavera
El 5 de abril del 2011 en el combate de un incendio forestal se encontró un laboratorio clandestino para la elaboración de drogas sintéticas en las inmediaciones de la zona habitacional conocida como La Cebada, que se ubica dentro del Área Natural Protegida.
Además de tambos con precursores químicos en esa ocasión se encontraron armas largas, cargadores y municiones.
El 15 enero del 2010 en los límites del Área Protegida efectivos del Ejército Mexicano se enfrentaron en las inmediaciones del rancho “El Frijol” o “Las Majaditas”con presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa al servicio del narcotraficante Ignacio Coronel Villarreal, alias “Nacho Coronel”, ahora muerto.
El saldo de ese enfrentamiento fue un presunto delincuente muerto y cuatro personas sujetas a proceso penal por delincuencia organizada, delitos contra la salud, portación y posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, portación de granadas y posesión de cartuchos reservados para el uso de las fuerzas armadas.
A los presuntos narcotraficantes se les decomisaron nueve armas largas y cortas, nueve granadas, un lanzagranadas, 26 cargadores para armas de fuego y alrededor de 700 cartuchos útiles de distintos calibres.
El reportaje de Milenio publicado este domingo puede consultarse AQUÍ
Agustín del Castillo
Sergio Hernández