Jorge Covarrubias – LA JORNADA JALISCO
La presencia en su poblado de un templo dedicado a la Virgen de los Remedios, que según los cronistas es el más antiguo de Jalisco, y en 1959 fue elevado a Basílica Lateranense al cumplir 200 años de existencia, debería ser motivo suficiente para que el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, ya hubiera hecho un pronunciamiento en su defensa, dicen los habitantes de Temacapulín, cuya región pretende inundar la Comisión Estatal de Agua (CEA) para construir la presa El Zapotillo.
“El templo de Temaca va a cumplir 250 años el año que viene, y pues además aquí la población anteriormente era mucho muy pobre y así con tanto sacrificio se hizo el templo”, comentó Abigaíl Agredano, administradora de un hotel en dicho poblado, que cuenta con alrededor de 400 habitantes.
En esta localidad, ubicada en Los Altos, abundan los Iñiguez, aunque no todos son parientes del prelado. Incluso ellos opinan que Sandoval, por el simple hecho de pertenecer a esta región, desde hace tiempo que debió alzar la voz.
De aquí de Los Altos es también el diputado del PAN en el Congreso del Estado, José Luis Iñiguez Gámez, quien es sobrino del arzobispo –aunque se empeñe en negarlo–, pero éste tampoco mete las manos.
Aquí en Temaca las frecuencias de radio son limitadas, no hay Internet y no llegan los diarios; sin embargo, eso no fue impedimento para que los habitantes se enteraran del escándalo protagonizado por la Arquidiócesis de Guadalajara y el gobierno del estado con el asunto del donativo de este último al primero para la construcción del Santuario de los Mártires.
No obstante que la población es sumamente devota y creyente, el limosnazo (llamado así por la propia gente) causó indignación.
“Una mafia el cardenal junto con todos ellos, desgraciadamente. Ni siquiera la autoridad eclesiástica se libra de esto, está metida hasta la… No nos defienden, a ese cardenal no le importa nada, nomás construir y construir templos, no ve cuánto le dio el gobernador. Y ¿cómo es posible que si el clero tiene tanto dinero, todavía le den más?”, remata doña Abigaíl Agredano.
Curiosamente, uno de los personajes que encabezan la resistencia en Temaca es el sacerdote Gabriel Espinosa Iñiguez, originario del poblado, pero residente en el municipio de Zapopan. Lleva el mismo apellido que el del prelado, pero asegura no tener ningún parentesco con él.
Interrogado al respecto, ante la ausencia del cardenal en este asunto, manifestó que no son los únicos que han pensando en solicitar la intervención del prelado, pues también las autoridades.
“El mismo gobierno, tengo entendido que ha buscado un pronunciamiento a favor de la presa de El Zapotillo, por parte de las autoridades eclesiásticas. Ahora sí que con mayor razón nosotros que somos los afectados, también tendríamos que buscar, verdad, el apoyo, una orientación de parte de ellos”, comentó.
El pasado viernes, los inconformes acudieron a Casa Jalisco, donde supuestamente se entrevistarían con el gobernador Emilio González Márquez, pero éste no acudió a la cita que él mismo programó para el mediodía.
Los habitantes le dejaron una carta redactada ahí mismo, donde expresan al mandatario su enojo por la descortesía, a la vez que enfatizan su derecho a que sean respetadas sus decisiones.
“Lo que sí debe quedarle claro es que Temacapulín, Acasico y Palmarejo se oponen totalmente a la presa El Zapotillo y a la reubicación. Ya estamos hartos de amenazas y promesas”.