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Navegan en espumas del Río Santiago integrantes de Greenpeace

Activistas de Greenpeace en el Río Santiago. Imagen: Greenpeace México

Lanza Greenpeace campaña en el Río Santiago contra la contaminación tóxica de los ríos de México. Despliegan mantas de denuncia entre la espuma contaminada.

En el Día Mundial del Agua, activistas de Greenpeace desplegaron una manta con el mensaje "Ríos mexicanos, Ríos tóxicos" en la cascada El Salto de Juanacatlán. Imagen: Greenpeace
En el Día Mundial del Agua, activistas de Greenpeace desplegaron una manta con el mensaje «Ríos mexicanos, Ríos tóxicos» en la cascada El Salto de Juanacatlán. Imagen: Greenpeace

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Por Sergio Hernández Márquez

22 de marzo de 2012.- Con trajes blancos que los cubrían del cuerpo y máscaras protectoras para evitar el contacto con el agua y espuma contaminada, cuatro miembros del grupo ecologista Greenpeace se metieron al Río Santiago, no a nadar sino a pasear en kayaks, justo después de la cascada que se ubica entre las cabeceras municipales de El Salto y Juanacatlán.

Al río entraron en la penumbra de la madrugada, avanzaron con la ayuda de remos, sortearon las espumas y ya con la luz de la mañana desplegaron mantas con mensajes que denunciaban, en español e inglés, la toxicidad de los ríos mexicanos.

El dantesco escenario de este afluente sirvió de postal para la campaña con la que Greenpeace busca presionar a las autoridades con el objetivo de que, en un plazo de 8 años, no se permita en el país que las industrias sigan vertiendo su líquido residual a los ríos, como ahora.

 

Activistas de Greenpeace en el Río Santiago. Imagen: Greenpeace México
Activistas de Greenpeace en el Río Santiago. Imagen: Greenpeace México

Otras de las peticiones son hacer más estrictas las normas que regulan las descargas hacia cuerpos de agua y la existencia de un Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes que realmente funcione.

La justificación para realizar esta actividad es que el 70 por ciento de los ríos del país padecen de contaminación en menor o mayor medida, y entre los casos más emblemáticos están el del Río Atoyac (Puebla y Tlaxcala), el del Santiago (Jalisco y Nayarit), y el del Río Coatzacoalcos (en Veracruz).

“Creemos que tiene que haber mayor control de descargas industriales en aguas nacionales y municipales, se tiene que sancionar a los responsables del daño aplicando el principio del que contamina paga”, comentó  en entrevista Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México.

El Río Santiago está clasificado por el Gobierno federal, desde el año 2009 en la Ley de Derechos, como un cuerpo de agua tipo C, esto es, que no debe aceptar agua residual que impida la preservación de la vida acuática; las descargas tanto de poblaciones como de empresas deben tener una calidad que permita el contacto de un ser humano sin que le cause daño alguno.

Activistas de Greenpeace en el Río Santiago. Imagen: Greenpeace
Activistas de Greenpeace en el Río Santiago. Imagen: Greenpeace

“A nosotros nos hubiera encantado andar con nuestras canoas en ese río pero sin trajes protectores, sin filtros para poder respirar y sin máscaras para protegernos los ojos y la nariz evitando tener contacto directo con esa agua que está ahí», agrega Apugnani. «El tema es que no se puede estar de otra forma y es muy lamentable e indignante que este río hace 40 o 50 años era un lugar de esparcimiento para la gente de El Salto y de Juanacatlán”.

Señala que es indispensable obligar a las empresas a que informen sus emisiones de contaminantes, dado que ahora existe el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes, de carácter federal, con escasa información al ser voluntario.

“Este instrumento permitiría saber quien está contaminando, con qué tipo de sustancias y dónde. Esto es fundamental para que la población tenga información fidedigna de qué tipo de sustancias se están vertiendo a los ríos, y esto es importante porque en función del tipo de sustancias uno puede saber qué tipo de enfermedades se generan”.

Respecto a la entrada en operación de las plantas de tratamiento de agua residual para la Zona Metropolitana de Guadalajara, El Ahogado y Agua Prieta, las cuales funcionarán en poco tiempo, el director de campañas de Greenpeace lo ve bien, pero aclara que son para limpiar las aguas domésticas ya que las descargas industriales requieres otro tipo de proceso, por lo que no se puede esperar que con su entrada en operación el Río Santiago se recupere.

“Si queremos recuperar los ríos lo que primero hay que hacer es dejar de contaminarlos y sobretodo dejar de contaminarlos con sustancias tóxicas y esas sustancias son las que vierten las industrias. Las plantas de tratamiento de aguas negras provenientes de descargas domésticas no resuelven este problema que es mucho más grave”.

“Uno de los obstáculos que vemos para poder tener ríos limpios en este país es la falta de inspectores. Un dato, existen 13 diputados que integran la Comisión Especial para la Cuenca Lerma Chapala Santiago y hay sólo 5 inspectores para vigilar esta cuenca”.

El contaminado Río Santiago. Imagen: Greenpeace
El contaminado Río Santiago. Imagen: Greenpeace

* Greenpeace demanda al gobierno mexicano que se implemente una política de Ríos limpios para 2020, que incluya:

 

  • Una política de cero descargas de sustancias tóxicas para el 2020.
  • La ampliación de las sustancias reguladas por la NOM-001-ECOL-1996 y la NOM-002-ECOL-1996.
  • Mayor control a las descargas industriales en aguas nacionales y municipales.
  • Sanciones relacionadas al daño generado aplicando el principio “el que contamina,  paga”.
  • Un sistema de Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) con carácter obligatorio.
  • Establecer un sistema geográfico de información de la contaminación del agua en México incluyendo mapa de las descargas industriales.
  • Información acerca de las actividades de la Conagua respecto a la vigilancia, la inspección y sanción a las industrias contaminantes.

Redacción Verdebandera