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Niños rescatan árboles amenazados por gotcha


Una jornada para celebrar el Día Mundial del Árbol se transformó en rescate, cuando se encontraron con cien árboles de El Polvorín cubiertos por costales. Tras quitárselos, los niños plantaron nuevos ejemplares. Foto: Marco A. Vargas

Esperanza Romero – PÚBLICO

Lo que se programó como un acto de reforestación en el bosque El Polvorín, conocido también como Colomos III, terminó en una jornada cívica de rescate de unos cien árboles adultos, de unos tres metros de altura en promedio, cuyos troncos fueron forrados con costales arroceros por los operadores del campo de tiro gotcha, que desde mayo pasado ya no funciona.

El daño al arbolado es importante. La Dirección de Parques y Jardines de Zapopan ya elabora un diagnóstico de impacto ambiental pues los costales fueron sujetados con clavos, cáñamo y alambres, lo que condenaba a muerte a los árboles, vía la putrefacción del tronco, con el agravante que están impregnados de pintura, que ya se deslavó, pero acelera el proceso si no hay ventilación en la corteza. Técnicos de Parques y Jardines lo confirmaron y admitieron que se cometieron delitos ambientales.

El informe oficial estará listo en un par de días e incluirá el daño provocado por el tiempo en que operó el campo, del que nunca se retiraron las tarimas de maderas y llantas (que hacen las veces de barricadas en los tiroteos).

Manuel Villagómez Rodríguez, regidor del PRD y PT en el Ayuntamiento de Zapopan, coordinó la campaña en la que ayer participaron cien niños de dos escuelas públicas de Tabachines, quienes acompañados de sus maestras acudieron para sembrar 356 plantas. Con esta cifra se llega al millar, entre jacarandas, eucaliptos y tabachines, para así celebrar el Día Mundial del Árbol. Se esperaba la participación del alcalde Juan Sánchez Aldana, pero no llegó por su apretada agenda, según se supo.

Los planes se modificaron en la medida que el regidor se puso a indagar el motivo del forrado del arbolado y las razones por las que sigue rodeado de una malla negra, para restringir el paso al área pública que arrendó Lucy Barriga, la titular del Consejo Municipal del Deporte (Comude) a un particular.

El factor desconcertante fue que el pasado domingo Juan Sánchez Aldana acudió a un foro televisivo en que hizo público su compromiso por proteger el bosque de Los Colomos, particularmente la sección que toca preservar a Zapopan. Ese mismo día, empleados del gotcha clavaban los costales sin tomar en cuenta que con la pintura impregnada (la que quedó por el tiempo en que funcionó el negocio) se acelera el proceso de putrefacción.

El mismo lunes, el edil recibió quejas de colonos de La Guadalajarita y la colonia Santa Fe, que durante años administró el parque. También se comunicaron a este diario y Público constató las maniobras de dos trabajadores, así como la colocación de una caseta (tipo taquilla) a escasos metros del sitio (Público, 25 de junio de 2008).

La duda sobre si se trataba de un intento de los operadores del deporte extremo por volver, ayer se reforzó. Pero quedó claro que, si prendían resarcir el daño o remediarlo, lo incrementaron.

Elementos de las direcciones de Seguridad Pública, Reglamentos y Parques y Jardines se involucraron en las acciones que, con el entusiasmo de los escolares, en dos horas regresaron vida a los árboles declarados enfermos durante la diligencia.

¿Porqué huele tan feo? ¿Podemos pasar? ¿Por qué esta dividido el parque?, fueron algunas de las preguntas de adolescentes que se involucraron en la tarea cuando la presencia de la policía les dio la seguridad de que podían estar en el área pública delimitada.

La policía tuvo que esposar a Pedro García, el representante del dueño del negocio, luego de que se alteró en su afán de defender el área que le encargaron, pero entró en razón. Ya en calma, minutos después del sometimiento, fue liberado de las esposas.

Ante las diversas autoridades que lo abordaron, reiteró que el terreno está en posesión del dueño del gotcha: “Aún tenemos un contrato [de arrendamiento] vigente”.

Exigía una orden por escrito en que se ordenaba el retiro de los costales. Martín Murillo Tovar y Pedro Torres, de Parques y Jardines, hicieron su parte: la de cumplir con su función de cuidar la vegetación.

Pedro García no admitió ni negó que se planee volver a operar el gotcha. Jesús Padilla Amador, titular de Parques y Jardines, avaló las acciones.

Francisca Briseño Gómez, una de las maestras que acompañó a sus pupilos, se sintió intimidada por las fotografías que los empleados del gotcha tomaban. Ya preparan su defensa jurídica de lo que consideran un atropello.

¿Y los árboles que son de todos?, preguntó la mentora, que hasta con los dientes cortaba los cordeles mientras se conseguían las navajas para que los menores los desenredaran.

Redacción Verdebandera