Vanesa Robles – PÚBLICO
Unos 220 vecinos del fraccionamiento La Azucena, más niños, se reunieron anoche con miembros de varias organizaciones civiles, quienes realizaron una caravana en autos y camionetas para protestar por la falta de atención de las autoridades a los vecinos de El Salto y Juanacatlán, que viven junto al contaminado río Santiago. Anoche acordaron que el jueves se presentarán en el Congreso del Estado, para solicitar cooperación de los diputados.
Ayer mismo, el presidente de la Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos (Find), Juan Manuel Estrada, intentó tomar una muestra de sangre de Miguel Ángel López Rocha, el niño de ocho años que se debate entre la vida y la muerte después de que, según sus padres, se sumergió en el río. Las autoridades del Hospital General de Occidente (HGO) impidieron el acceso de los especialistas.
Desde Guadalajara, los responsables de Ecología y Ciudad Sustentable de la organización, Martha Rocha y Jaime Eloy. También fueron algunos integrantes de la Fundación Lerma-Chapala-Santiago y en La Azucena se unieron asociaciones como Un Salto de Vida, AC. Allá se tomaron muestras de la parte donde habría caído Miguel Ángel, se proporcionó a los vecinos la historia del torrente y se transmitieron videos.
Los vecinos de La Azucena informaron a Público que, en las tiendas y establecimientos de servicio de la comunidad, hacen una colecta para la familia de Miguel Ángel.