Aseguran vecinos de Jardines del Sol que algunos colonos tienen metales pesados en organismo
Pablo sepúlveda – MURAL
El Presidente de Colonos de Jardines del Sol, Ludger Kellner, presentó un estudio donde, asegura, se encontraron metales pesados en seis personas que viven cerca del predio donde se construye La Ciudadela.En rueda de prensa, Kellner dijo que él es uno de los afectados, de los otros cinco no se dio el nombre ni domicilio por respeto a su privacidad.
Los análisis, apuntó el líder vecinal, los realizó el laboratorio estadounidense The Great Plain Laboratory y se les tomaron muestra de cabello, donde se encontraron niveles de mercurio, antimonio, arsénico, aluminio, entre otros.
Kellner informó que el estudio fue supervisado, desde la selección del laboratorio hasta la toma de las muestras, por la toxicóloga Luz María Cueto Sánchez.Agregó que las personas analizadas fueron voluntarios que viven entre 17 y 27 metros del predio ubicado en la esquina de las avenidas Patria y Moctezuma, a excepción de él que vive a 10 metros de distancia.
Con los resultados que se dieron a conocer durante la rueda de prensa, Kellner aseguró que el miércoles presentaron un escrito para pedir a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la clausura inmediata de la obra.
El líder vecinal aseguró que, aunque no se tienen estadísticas precisas, en la Colonia se han presentado muchos casos de cáncer.En el 2007 se anunció la construcción del proyecto en los terrenos que antes eran de Motorola; desde el principio los vecinos mostraron su rechazo argumentando que la Colonia no tenía la infraestructura ni vialidades para soportar la carga de 500 departamentos y un centro comercial.
Después aseguraron que el terreno estaba contaminado por lo que el Ayuntamiento de Zapopan solicitó la intervención de la Semarnat y la Profepa, y se determinó que el suelo estaba libre de contaminantes por lo que el proyecto continuó.
No obstante, Kellner reiteró que en el predio hay presencia de metales tóxicos, pues no existen documentos de cómo Motorola se deshizo de sus residuos.
«No existe un sólo documento de cómo Motorola se deshizo de sus residuos tóxicos y eso obviamente indica que todos los años desde 1968 hasta 1999, los residuos tóxicos se fueron al tiradero atrás del edificio o por debajo de las canchas deportivas», acusó el también presidente del Parlamento de Colonias.
Entre los metales que Motorola empleaba cuando operaba, según Kellner están arsénico, mercurio, níquel, estaño, plata, entre otros.
Esta vez los vecinos exigen que se actúe en favor de la sociedad, ya que dicen que en otras ocasiones, se ha actuado en favor de intereses particulares, ya que lo que consideran que ahora está en juego es su salud.