Para el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Curiel Ballesteros, el cambio de uso de suelo en la Barranca de Huentitán, únicamente obedece a una lógica comercial que terminará por soterrar la biodiversidad que existe en la zona.
El académico calificó como “lamentable” el hecho de que el Ayuntamiento tapatío haya privilegiado los intereses económicos e inmobiliarios que existen en la barranca, por encima de los beneficios ambientales al preservarse las áreas verdes.
“Lo que está pasando en Guadalajara es lamentablemente».
Curiel Ballesteros dijo que el argumento que ha utilizado el Ayuntamiento de Guadalajara para detonar áreas verdes que eventualmente han sido “desaprovechadas”, actualmente está fuera de contexto, pues aseguró que desde 2005 se ha comprobado por organismos como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que el valor económico de los ecosistemas es mucho a mayor a los que otorga cualquier desarrollo.
“El decir que son áreas que no están siendo aprovechadas, representa una miopía terrible que denota una gran ignorancia en términos de carácter ambiental, porque realmente desde 2005 se ha comprobado en este mundo que los servicios de aprovisionamiento, de regulación y de base que existen en los ecosistemas, tienen mayor valor económico porque se mantienen a lo largo del tiempo”.