La única bocina instalada a las afueras del Ayuntamiento de El Salto, era constantemente apagada. El acuerdo pactado desde el pasado viernes (luego de una manifestación en el vertedero Los Laureles), fue que tanto pobladores saltenses como de Juanacatlán, se enteraran a detalle de la reunión que sostendrían con diversas autoridades a través de la bocina, pero no se cumplió.
A menos de 10 minutos de haber iniciado el encuentro entre funcionarios y colonos afectados por la operación del basurero, se rompió el diálogo. Los inconformes amenazaron con irse ante la molestia de que el sonido no funcionaba justamente cuando querían tomar la palabra.
“Es una burla. Nos vamos a retirar, la reunión debe ser escuchada por el pueblo y no están respetando el acuerdo al que llegamos”, dijo Graciela González, vecina.
Mientras los reclamos se hacían más evidentes, el alcalde del Salto, Joel González, trataba de resguardar un micrófono para no pasarlo, lo que encendió el enojo y la furia de quienes en un salón del ayuntamiento, trataban de ser escuchados.
El micrófono por fin pasó, pero de mano en mano entre funcionarios de la Secretaría estatal de Medio Ambiente (Semades), que al momento de hablar eran interrumpidos por más de una veintena de vecinos.
Al tiempo que autoridades y colonos discutían la falta de una bocina —como parte del compromiso signado por Mario Reynoso, de la Subsecretaría de Asuntos del Interior— afuera del ayuntamiento los pepenadores no se hicieron esperar y se plantaron con pancartas y rechiflas en contra del cierre de Laureles.
Antes de romperse cualquier tipo de diálogo, Graciela González y quien también funge como vocera de los afectados del Salto, aclaró que la reunión no “es para escucharlos a ustedes, es para que ustedes (autoridades) nos escuchen a nosotros, ese fue el acuerdo. No queremos que nos digan lo que se ha hecho”.
Luego de este reproche, Martha Ruth del Toro Gaytán, titular de la Semades, tomó el micrófono y confirmó la ruptura: “Si no hay condiciones de diálogo, nosotros nos vamos”, advirtió.
Pero no fue del Toro Gaytán, ni el resto de funcionarios los que abandonaron el lugar, sino los vecinos, quienes antes de irse y en voz de Graciela González, hicieron evidente la falta de interés para resolver el problema de Los Laureles, un vertedero que a diario recibe dos mil 700 toneladas de basura.
“Esta situación no debe acabar a tiros”
Minutos antes de salir y bajar las escaleras de madera del ayuntamiento, Graciela González, activista, dejó en claro que están cansados de que las autoridades hagan caso omiso a las peticiones han venido solicitado, para dar punto final a Los Laureles.
Desde el pasado 28 de febrero, un grupo de ciudadanos del Salto entregó un pliego petitorio de nueve puntos para resolver el problema de contaminación, que hasta el momento no se ha cumplido.
“Estamos aquí porque esta situación no debe acabar a tiros, pero tampoco será un diálogo de sordos. Hasta el momento el pliego petitorio no ha sido atendido, el asunto que nos trae hoy rebasa la problemática. El cierre del vertedero no es el fin último de nuestra presencia.
“Si estamos aquí, es porque nosotros pedimos que estuvieran, porque parece que nunca sus agendas les permiten cumplir”.
El salón a donde sólo algunas autoridades acudieron, quedó en absoluto silencio mientras Graciela leía su discurso: “No se puede creer que toda esta gente (pepenadores y vecinos) la pobre de la pobre, se manifieste hoy contra la pobre de la pobre”.
Luego de concluir con una serie de omisiones en las que han incurrido las diversas dependencias, la comitiva abandonó el lugar, con la exigencia de que ya es tiempo de que las autoridades “escuchen al pueblo. Yo no entiendo su lógica, no más a lo que ustedes están acostumbrados al trabajo, se entiende que son autoridad y que no pueden ir más allá de lo que la ley les permite, pero ¿acaso esas son las respuestas de la ley? ”.
Desairan reunión:
– A pesar de que Guadalajara es el municipio metropolitano que más basura vierte a Los Laureles, mil 500 toneladas, el alcalde tapatío, Alfonso Petersen, no asistió a la reunión, al igual que el munícipe de Tlajomulco, Antonio Tatengo.
– Los vecinos esperaban la asistencia del secretario de Salud Jalisco, Alfonso Gutiérrez Carranza, pero en su lugar mandó a un subordinado, Rubén Ávila Moreno, quien no tuvo intervención alguna en el encuentro.
– El delegado en Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José de Jesús Álvarez Carrillo, estuvo tan ocupado este miércoles en un foro ambiental, que tampoco llegó.
– El compromiso era que también acudiera el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, pero trascendió que ni siquiera fue invitado por la Subsecretaría de Asuntos del Interior.
Reclamos y omisiones de los afectados:
Semades: La respuesta de la dependencia a través de la Proepa (Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente) sobre que no existían elementos suficientes para cerrar Los Laureles y sobre poner los intereses del capital sobre los intereses de la vida.
Secretaría de Salud: La falta de acción y omisión ante las inminentes enfermedades y muertes registradas en El Salto. El que no haya respuestas a la problemática de contaminación ni solución al pliego petitorio de nueve puntos.
Presidentes municipales: Un trato con indiferencia. La falta de protección policiaca a los pobladores en la manifestación del pasado viernes, contrario al resguardo de pepenadores y la propia empresa Caabsa Eagle.