Solicitan habitantes de El Salto y Juanacatlán atención médica inmediata

Por poco más de tres horas, autoridades de gobierno volvieron a escuchar la problemática de contaminación que viven diariamente los habitantes de El Salto y Juanacatlán.

Ayer, desde las 18 horas y hasta cerca de las 21:30, los lugareños tuvieron una sesión de diálogo en la Plaza Juárez de El Salto, que terminó en un listado de seis peticiones, que el titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), Fernando Montes de Oca, se comprometió a entregar al gobernador de Jalisco, el panista Emilio González Márquez.

Como primera solicitud, los afectados por la solución del río Santiago en su cruce por estos municipios, aludieron a la aplicación de la atención médica de manera inmediata. Los casos de cáncer en El Salto y Juanacatlán son cosa común y existen organizaciones no gubernamentales que tienen registrados por lo menos unos 120 casos de esta enfermedad.

El segundo acuerdo, signado por los funcionarios ayer presentes fue más un ultimátum: de no cerrarse el tiradero de basura Los Laureles, que maneja la empresa Caabsa Eagle, la gente está dispuesta a cerrarlo por su propia mano.

En este punto, la situación se volvió un poco tensa. Montes de Oca pidió un «voto de confianza» a su administración. Al final, el acuerdo quedó para que el 14 de julio a más tardar, Los Laureles esté completamente cerrado.

Como tercera cláusula del documento, quedó establecida la incorporación del programa de manejo de residuos en toda la población de ambas localidades. A partir de la próxima semana, los habitantes de El Salto y Juanacatlán deberán empezar con la separación de residuos desde sus casas.

Los alcaldes de El Salto y Juanacatlán, los priístas Joel González y Ramiro Tapia, respectivamente, fueron elegidos como las autoridades que abanderarán el cierre de Los Laureles de no haber una respuesta gubernamental, según lo establece el cuarto punto del convenio. De igual forma, hoy, se presentará ante la Comisión Estatal del Agua (CEA) un proyecto de oxigenación del agua en lo que va desde la localidad La Azucena hasta la cascada del puente que une a los poblados, con la finalidad de quitarle al líquido bacterias y zancudos, lo que comprende el quinto acuerdo del oficio.

Por último, quedó establecido que los gastos de papelería y telefonía para la comunicación entre la burocracia y la sociedad sería solventada por los ayuntamientos de los dos municipios afectados.

El documento fue firmado por el titular de la Proepa, Fernando Montes de Oca, por los funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollos Sustentable, Olegario Hernández y Rafael Hernández, por un representante de la Secretaría de Salud, Enrique Uvence, por la delegada de Puente Grande, Julieta Padilla Sánchez, por el director de Ecología de El Salto, Adrián Salinas, y por el regidor de Juanacatlán, Santiago Márquez.

«Las acciones iniciarán a partir de mañana (hoy) con la intervención de la secretaría de Salud para que inicien las acciones de salubridad», comentó a La Jornada Jalisco, Graciela González, miembro de la asociación Un Salto de Vida.

Pero las cosas no terminaron ahí. Hubo una breve pausa entre las autoridades estatales y municipales de El Salto respecto a la información del entubamiento de 3 kilómetros del río Santiago.

Tanto el procurador como el director de Ecología de El Salto dijeron no tener la información al respecto. La situación se acaloró cuando Montes de Oca aseguró que el Ayuntamiento tenía la documentación, lo cual fue rechazado por Salinas. En entrevista por la mañana para La Jornada Jalisco, el alcalde de El Salto, Joel González Díaz, aseguró que las autoridades estatales «no nos tomaron en consideración para nada en su proyecto».

Dijo que su administración, desde hace unos 15 días aproximadamente, ha venido conectando lo que son los cauces que los empleados de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) dejaron sin conexión. «El tubo quedó más arriba de los niveles del fraccionamiento La Azucena; esto nos va a provocar más gastos al volver a hacer el cauce, desde La Azucena hasta la cascada», detalló el presidente municipal. Según el priísta, el tubo desemboca mucho antes de la cascada. La Seder buscaba que saliera más adelante pero una industria textilera se opuso a ello.

«Nosotros nos inconformamos ante la CEA pero Seder no nos respondió. Destapan un problema y nos originan otro», lamentó González.