Para las organizaciones civiles, pobladores y activistas de El Salto y Juanacatlán, la muerte del pequeño Miguel Ángel López Rocha (quien se intoxicó con arsénico) no es un caso aislado ni único; desde el año pasado documentan otros fallecimientos
Evelyn Águila – EL INFORMADOR
La construcción de la planta de tratamiento El Ahogado, no resolverá de fondo la aguda contaminación en el Río Santiago, que a su paso afecta a las poblaciones de El Salto y Juanacatlán, asegura el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Jaime Eloy Ruíz Barajas, quien considera que esta infraestructura sólo mitigará parcialmente la polución.
«Es muy importante que sepan que las plantas potabilizadoras también utilizan químicos, inclusive algunos son cancerígenos; utilizan el tetracloruro de carbono, cloros y derivados de aluminios que están relacionados con enfermedades para depurar las aguas y potabilizarlas.
«Entonces tampoco hay que casarse con la idea de que todas las aguas contaminadas tienen que ser potabilizadas para el uso humano. Aquí lo más conveniente es tener un programa integral que nos permita proteger las fuentes naturales desde su origen en todo su trayecto. Ahí es donde se requiere mayor control de las descargas».
Para las organizaciones civiles, pobladores y activistas de El Salto y Juanacatlán, la muerte del pequeño Miguel Ángel López Rocha (quien se intoxicó con arsénico) no es un caso aislado ni único; desde el año pasado documentan otros fallecimientos y padecimientos presumiblementes relacionados con los metales pesados que se vierten al Santiago.
Raúl Muñoz Delgadillo, miembro del Comité Ciudadano de El Salto, aseguró que del año pasado a la fecha se han documentado 473 casos distintos, que van desde cáncer en mujeres, hasta enfermedades en la piel.
Dijo que están en la mejor disposición de entregar estos registros a la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), siempre y cuando su titular, Alfonso Gutiérrez Carranza se comprometa para tomarlos en cuenta.
Al respecto, Ruíz Barajas dijo que aún se carece de investigación epidemiológica para
sustentar más estos casos que darían la pauta para tomar las medidas necesarias.
«Definitivamente las aguas están muy cargadas de contaminantes, de genotóxicos, de mutagénicos, hay metil mercurio que es muy peligroso y es una de las preocupaciones también de la Organización Panamericana de la Salud».
Precisó que muchas de las sustancias no solamente son metales pesados, sino que hay evidencia de contaminantes orgánico volátiles, «que no pueden ser tratados por ninguna planta potabilizadora».
De acuerdo con un estudio interdisciplinario realizado en 2003 por expertos de la UdeG, el Río Santiago presenta concentraciones no todas cuantificadas de cromo, plomo y arsénico, entre otros metales.
Del año pasado a la fecha, se han registrado 473 casos de enfermedad por contaminación del Río Santiago, aseguran miembros del Comité Ciudadano de El Salto.