Los indígenas mantienen bloqueada la carretera Bolaños-Huejuquilla
Raúl Torres – LA JORNADA JALISCO
Tras detener los trabajos de la carretera Bolaños-Huejuquilla, que pasa por su territorio y ya destruyó uno de sus sitios sagrados, la comunidad wixaritari de Santa Catarina Cuexcomati-tlán mantiene un campamento de aproximadamente 400 personas en el paraje denominado “El Reventón”, que se mantiene en espera de que las autoridades competentes lleguen hasta ahí para iniciar el diálogo.
Aunque desde el día de ayer por la tarde se planeaba iniciar el diálogo con autoridades del estado, los wixaritari pidieron que también estén presentes autoridades de Semarnat.
Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) ya envió a personal de la Tercera Visitaduría a la zona, pues desde diciembre de 2007 se sigue una investigación por este mismo caso.
Pero el descontento de los wixaritari, señala Carlos Chavez Reyes, de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI), no sólo es por la carretera, sino también por el anuncio que hizo el gobernador del estado, Emilio González, de crear una ruta cinegética en la región y por la prospección de algunas empresas mineras para la zona.
El pasado 3 de enero el tercer visitador de la CEDHJ, Alfonso Hernández Barrón, estuvo en la región documentando la investigación del caso y señala que en esa ocasión los wixaritari denunciaron que en todo caso el gobierno del estado tampoco ha ofrecido una indemnización por las tierras invadidas.
Hasta la noche de ayer, los wixaritari que permanecían en el campamento ya encargaban provisiones para mantenerse el tiempo necesario en el lugar hasta que las autoridades resuelvan e informen a la asamblea de Bienes Comunales lo que está ocurriendo tanto con la carretera como con el proyecto de la ruta cinegética.
En la zona donde se detuvo el trabajo de 29 máquinas, 20 camiones de volteo, cuatro pipas y siete camionetas pequeñas, también se presentaron los presidentes municipales de Mezquitic y Huajuquilla parta intentar iniciar las negociaciones.
Durante los días que llevan en el campamento, los wixaritari han denunciado constante presencia policial tanto del municipio de Mezquitic como de la fuerza pública del estado, además de intentos de personas desconocidas que sin identificarse han ofrecido dinero para que se levante el campamento.