Privados piden el control de La Primavera
Sin afanes irónicos, y evidentemente satisfecho porque lograron la destitución de Salvador Mayorga Castañeda tras once años de desgaste, Éric Coufal, representante de un grupo de propietarios que aglutinan más de 800 hectáreas de La Primavera, propuso ayer una «asamblea Constituyente» como órgano de gobierno de la reserva de 30,500 hectáreas.
Ese espacio tendría 50 por ciento de representación de ejidatarios y propietarios, o sea, la bisagra para controlar los destinos de la sierra. Pero hay más: el nuevo director tendría que aceptar directores adjuntos, de las distintas representaciones territoriales, gubernamentales o de la sociedad civil; esta última obtendría 25 por ciento de los asientos. El gobierno se quedaría con el otro cuarto de los asientos.
Y no sería en modo alguno una instancia decorativa, según la exposición hecha ante el pleno del Comité Técnico para la Administración del Bosque La Primavera.
«La idea es tomar las riendas en conjunto de un nuevo comité […] evaluamos que esa participatividad [sic] no obedece solamente a un interés filosófico o un interés ecológico, o un interés territorial o económico, ni de responsabilidad gubernamental, sino a la necesidad de que se lleguen a tomar acuerdos válidos».
Esa Asamblea Constituyente tendría 60 asientos y se reuniría una vez por año, para evaluar las acciones de conservación y fomento realizadas por la dirección ejecutiva, definir si es pertinente la permanencia del director, y aprobar el presupuesto de gastos y el plan de acción para el año siguiente. Nada más.
Generoso, apuntó la necesidad de que «también tenga la sociedad civil, que no tiene titularidad en bienes raíces, la oportunidad de demostrar su preocupación académica, ecológica, y de cualquier tema que pueda converger a una protección consensada [sic], de lo que se tiene que hacer con este nuevo plan de manejo…».
Pero no se trata de hacer fraccionamientos, abundó, sino «desarrollos ecoturísticos», y que los dueños de la tierra puedan recuperar parte de lo perdido con la exclusión de la especulación que viene de 1980.