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Una ballena gris fue rescatada en Manzanillo

Buzos lograron desenredar al cetáceo, que regresó mar adentro. Foto: Cortesía Armada de México
 
 

Manzanillo Carlos Alberto Pérez Aguilar. PÚBLICO-MILENIO

El aviso oportuno de un pescador, que provocó una intensa movilización de personal de la Armada de México y otras dependencias, permitió rescatar una ballena gris de casi doce metros de largo, que fue atrapada el 24 de diciembre por redes de pesca en el puerto de Manzanillo.

Este jueves por la mañana, la Sexta Región Naval recibió una llamada telefónica de la Capitanía de Puerto para informar que un pescador había avistado una ballena atrapada en un trasmallo de pesca a la altura de la playa La Boquita, de Manzanillo.

Inmediatamente, la Armada de México envió personal de Protección al Medio Ambiente Marino y a un equipo de buzos a bordo de una patrulla interceptora y dos embarcaciones menores para buscar y prestar auxilio al mamífero, el cual fue encontrado por la patrulla interceptora en las inmediaciones del lugar conocido como Piedra Blanca. El rescate del ejemplar, al que se liberó de la red que lo envolvía, se logró gracias a la coordinación efectuada e intercambio de información entre la Armada de México, Protección Civil de Manzanillo, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Turismo Municipal y Capitanía de Puerto.

Los militares indicaron que la ballena gris rescatada, que medía alrededor de doce metros de largo, se encontraba atrapada en una red de pesca de aproximadamente 60 metros y fue liberada sin oponer resistencia. Una vez que se vio libre, retornó mar adentro, al parecer sin daño físico alguno.

La ballena gris es una especie en peligro de extinción, que en la actualidad sólo habita en la zona norte del océano Pacífico. Año con año viaja a costas mexicanas, principalmente a las de Baja California, para parir sus crías, comúnmente en la segunda quincena del mes de diciembre. Su estancia en el litoral del país es sólo en la etapa de invierno, ya que después regresa hasta el norte del mar de Bering, donde se alimenta en el verano. La Eschrichtius robustus (por su nombre científico), considerada un amistoso y juguetón cetáceo que llega a medir quince metros de largo y pesar hasta 40 toneladas, es reconocida por ser uno de los mamíferos que realiza una de las migraciones más largas.

Redacción Verdebandera