Intenta que el Gobierno federal determine al estado como zona libre de organismos genéticamente modificados. La venta de miel a Europa impulsó el decreto.
Por Sergio Hernández Márquez
11 mayo 2012.- En un acto sin precedentes en el país, el Gobierno deYucatán publicó un decreto con el que busca frenar la contaminación del ecosistema con transgénicos, entidad donde se siembran 30 mil hectáreas de soya con semillas genéticamente modificadas, superficie que podría subir este año a 60 mil.
La decisión fue tomada tanto por cuestiones de prevención de daños al ecosistema como por las políticas de restricción establecidas en la Unión Europea el año pasado, que obligan a etiquetar la comercialización de miel con trazas de polen de organismos genéticamente modificados.
Yucatán produce al año 10 mil toneladas de miel, de las cuales el 90 por ciento se va a Europa y temen que la contaminación por polen de la soya transgénica les cierre el mercado. Estudios recientes encontraron trazas de contaminación genética en productos de comunidades rurales y los apicultores encontraron eco en el Gobierno estatal, que emitió, en el Diario Oficial del Estado, el decreto 525.
En este documento se señala al Gobierno federal de no aplicar de forma adecuada la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y que la autorización de plantíos de este tipo está poniendo en riesgo la biodiversidad.
Por ello el decreto estatal argumenta tratados internacionales firmados por México para su emisión:
“…bajo el amparo del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y del Convenio de Diversidad Biológica signados por el Estado Mexicano, Yucatán aplica el principio de precaución ante el daño moralmente inaceptable de amenaza para la salud por la presencia de transgénicos y el uso extensivo de agroquímicos, por el daño grave e irreversible a la actividad apícola, porque es injusto para las futuras generaciones y porque atenta contra los derechos humanos de los productores de miel, al derecho al trabajo, a la alimentación, a la comercialización e industrialización y a la propiedad social, así como el derecho a un ambiente sano”.
La Secretaría de Desarrollo Humano y Medio Ambiente de Yucatán pide entonces, en el decreto 525, que tanto comunidades como gobiernos municipales se manifiesten ante el Gobierno federal, como lo considera la Ley de Bioseguridad, para que se establezcan en el estado las zonas libres de organismos genéticamente modificados.
El decreto 525 y toda la argumentación para que el estado de Yucatán decidiera hacer frente a la industria de las semillas transgénicas puede consultarse PULSANDO AQUÍ.
Datos:
15 mil familias trabajan en Yucatán produciendo miel
10 mil toneladas de miel son las que producen
90 por ciento de ella se va al mercado europeo
12 mil hectáreas de soya transgénica se sembraron durante el 2010 en Yucatán
30 mil hectáreas fueron en el año 2011
60 mil hectáreas de soya transgénica se sembrarían en el año 2012