Fue una de las mayores expertas de botánica en México, impulsora de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán
Por Sergio Hernández
11 de noviembre de 2013.- A sus 100 años de edad, Luz María Villarreal de Puga, una botánica de excelencia, murió ayer en Guadalajara dejando como legado la creación del que fuera en su momento el Instituto de Botánica de la UdeG, y el impulso clave para la creación de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, entre otros aportes.
Por su contribución al estudio de las plantas en México, y formar muchas generaciones de alumnos en la UdeG, el Consejo General Universitario decidió, el 28 de septiembre de 1990, otorgarle el título de Maestra emérita, y el 14 de mayo de 2004 el Doctorado Honoris causa.
Este martes, las 8:00 horas en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, la casa de estudios le rendirá un homenaje póstumo, de cuerpo presente, encabezado por el Rector General de la UdeG, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla.
Luz María Villarreal de Puga, a su edad, seguía asistiendo a eventos relacionados con la biología y el medio ambiente, como en la pasada Feria Internacional del Libro, donde estuvo en primera fila observando la mesa en la que participaron Julia Carabias, José Sarukhán, Arturo Gómez Pompa y Gonzalo Halffter, denominada “Conservación y manejo de recursos naturales en México: pasado, presente y futuro”.
El 11 de marzo de 2013, en el Paraninfo de la UdeG la casa de estudios celebró sus 100 años de vida, entregándole una medalla conmemorativa.
Luz María Villarreal de Puga desempeñó un papel preponderante en el descubrimiento del maíz perenne (zea diploperennis), al motivar y apoyar a sus estudiantes en las exploraciones lo encontraron en la Sierra de Manantlán, lo que le dio crédito y reconocimiento a la UdeG en el ámbito internacional.
Laboró hasta los 91 años en el montaje de ejemplares botánicos y, a pesar de su avanzada edad, en la actualidad estaba atenta a los asuntos que consideraba de importancia para el buen funcionamiento del Herbario del Instituto de Botánica.
Fue también una incansable recolectora de plantas, alcanzando 17 mil ejemplares que dispuso en el Herbario del Instituto de Botánica de la Universidad de Guadalajara.
Hella Bravo Hollis, otra de los grandes personajes de la botánica en México durante el siglo 20, especialista en cactáceas, recuerda a Luz María Villarreal de Puga en su libro Memorias de Una Vida y Una Profesión, a quien conoció en el Herbario Nacional de México.
En el libro se hace mención de cómo es que Villarreal de Puga se contactó con Roger McVaugh, botánico estadounidense quien estaba coleccionando plantas en Jalisco, uno de los personajes clave que influyó de forma determinante a la profesora de la UdeG.
“Esto le despertó el deseo de hacer un Instituto de Botánica para la Universidad de Guadalajara y con su empeño, su lucha, su fe y su entusiasmo, lo obtuvo del gobierno”, dice Hella Bravo quien fuera amiga de Luz María Villarreal de Puga.