Por: Mayra Vargas / Letra Fría
14 de julio de 2020.-La Estación Científica Las Joyas en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, registra la presencia de diez especies de escarabajos (coleópteros) de la familia Curculionidae, considerados nuevos registros para el estado de Jalisco, gracias a la investigación de Aranzazú Estefanía Castorena Pérez; en su tesis de Maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales, del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara.
Durante la investigación fueron colectadas y determinadas 17 especies de la familia Curculionidae (15 Scolytinae y dos Platypodinae); adicionalmente, se registraron siete taxones de las familias Histeridae (tres), Cleridae (tres) y Trogossitidae (una), que se comportan como depredadores de escarabajos de la corteza, mientras que diez de las especies identificadas son nuevos registros para el estado de Jalisco, se trata de: Amphicranus rameus, A. melanurus, Corthylus comatus, C. fuscus, Gnathotrichus sulcatus, Hylurgops incomptus, Monarthrum laterale, Pseudips mexicanus (Scolytinae) y Euplatypus longius y E. pini (Platypodinae).
La estudiante del CU Costa Sur explicó, que en lo general, su tesis aborda un estudio de mortalidad de árboles y escarabajos de corteza en bosque de pino del occidente de México, específicamente en la Estación Científica Las Joyas.
De esta investigación se desprenden varios objetivos, uno de ellos derivó en la elaboración del artículo científico “Scolytinae y Platypodinae (Coleoptera: Curculionidae) de un bosque mixto de pino-latifoliadas de la Sierra de Manantlán, Jalisco, México”, publicado en la revista Dugesiana editada por la Universidad de Guadalajara. En este artículo plasmaron la identificación de las especies de escarabajos de corteza que están asociados a la mortalidad de árboles, entre ellos los nuevos registros para la entidad:
“Me di a la tarea de primero de buscar tanto en la literatura como en la colección entomológica del Departamento de Ecología y Recursos Naturales (DERN-IMECBIO) en el CUCSur qué especies de escarabajos descortezadores se tenían registradas, pero específicamente para las familias Scolytinae y Platypodinae se tenían pocos datos, por eso uno de los objetivos fue identificar las especies presentes en la Estación Científica Las Joyas”, dijo Castorena Pérez.
En el artículo científico en el que también participan como coautores los académicos e investigadores Armando Equihua Martínez, Enrique J. Jardel Peláez, Luis Eugenio Rivera Cervantes y Ramón Cuevas Guzmán, se menciona que la mayor parte de las especies encontradas tienen amplia distribución geográfica, pero no se habían registrado para el estado Jalisco. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de más estudios taxonómicos, ecológicos y biogeográficos sobre los escarabajos de la corteza, teniendo en consideración su importancia ecológica y económica en los ecosistemas forestales, de acuerdo con los autores.
La determinación a nivel de especie o subfamilia se realizó de manera preliminar en el laboratorio de Zoología del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Universidad de Guadalajara. Las determinaciones fueron completadas y corroboradas por el Dr. Armando Equihua Martínez en el Laboratorio de Entomología Forestal del Colegio de Postgraduados, señala el artículo.
De acuerdo con Aranzazú Castorena, este trabajo se hizo mediante un inventario, a través de trampeo que duró más de un año. Ella fue la que contactó al especialista Armando Equihua Martínez para corroborar las nuevas identificaciones:
“Él las corroboró y completó, entonces cuando él me manda la información de la identificación de las especies yo hice una recopilación, me puse a buscar cuáles eran los registros para Jalisco, y fue grande la sorpresa al ver que diez de las especies que encontramos nosotros no estaban registradas para el estado, entonces sí fue una muy buena noticia porque ya nos tocó a nosotros hacer el registro de esas especies”.
Trabajo de campo
El trabajo de campo en dos rodales con condiciones ambientales similares en la Estación Científica Las Joyas, fue donde se realizaron colectas mensuales. En cada rodal se establecieron tres sitios de muestreo, separados entre sí 300 metros aproximadamente y en cada uno se seleccionaron entre dos y cuatro árboles en las categorías: vivos sanos (sin evidencia de infestación por descortezadores), vivos infestados (con grumos de resina, agujeros de entrada o salida y aserrín en la corteza) y muertos en pie.
En total fueron seleccionados 46 árboles (23 por rodal) y en cada uno de ellos se colocaron sobre el tronco, a una altura de 1.5 metros, dos tipos de trampas, recipientes con alcohol al 70% y láminas de pegamento; 46 de cada tipo, cubriendo un ciclo anual de julio de 2018 a agosto de 2019.
La joven explicó que ella al inicio se enfocó en un solo género de escarabajos descortezadores: Dendroctonus, sin embargo, al momento de las colectas, decidió incluir a las demás especies que también estaban asociadas a la corteza de los árboles.
Desde el inicio de la investigación, la estudiante de maestría pensó que se iban a obtener resultados interesantes, pero no esperaba que aparecieran diez nuevos registros para la entidad en un solo estudio, resultado que es gratificante para ella y los investigadores que acompañaron su proceso.
Este aporte de los diez nuevos registros es considerado importante para la estudiante de maestría, porque permite conocer la distribución de las especies, identificar las que podrían considerarse de importancia económica y tener clara la diversidad con la que se cuenta en el sitio, en este caso en la zona de estudio en la Sierra de Manantlán. Además, es información que permite tomar decisiones en caso de que se llegara a necesitar realizar actividades de manejo de brotes de insectos:
“De las especies que nosotros encontramos solo una Dendroctonus mexicanus es considerada especie de importancia económica porque puede llegar a matar árboles sanos, las otras especies son consideradas de importancia secundaria porque su función es más bien degradar la madera muerta, por lo que no son consideradas especies dañinas”, explicó.
Los trece meses que trabajó Aranzazú en esta investigación la hacen sentir satisfecha, pues además de su tesis de maestría y la publicación del artículo científico, el aporte de diez nuevos registros para Jalisco es un indicador de que todavía se deben hacer más investigaciones ampliadas, donde seguramente se encontrarían especies de amplia distribución e incluso nuevas especies.
Aquí compartimos el link del artículo científico publicado en la revista Dugesiana:
http://148.202.248.171/dugesiana/index.php/DUG/article/view/7103/6131