Por: Sergio Hernández Márquez
13 de abril de 2020.- México avanzó en la protección de su biodiversidad y la riqueza cultural al publicar oficialmente la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo.
El objetivo de esta ley es:
*Declarar a las actividades de producción, comercialización y consumo del Maíz Nativo y en Diversificación Constante, como manifestación cultural de conformidad con el artículo 3 de la Ley General de Cultura y Derechos Culturales
* Declarar a la protección del Maíz Nativo y en Diversificación Constante en todo lo relativo a su producción, comercialización y consumo, como una obligación del Estado para garantizar el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, establecido en el Artículo 4. de la Constitución
*Establecer mecanismos institucionales para la protección y fomento del Maíz Nativo y en Diversificación Constante.
La nueva ley, que entra en vigor este 14 de abril, un día después de su publicación, no prohíbe de manera expresa el cultivo de maíz transgénico, pero sí lo complica ya que México al ser centro de origen del maíz, tiene ahora la instrucción legal de proteger a sus maíces nativos frente a cuestiones como la contaminación por variedades transgénicas.
Un maíz nativo es, de acuerdo a la ley, razas de la categoría taxonómica Zea mays subespecie mays que los pueblos indígenas, campesinos y agricultores han cultivado y cultivan, a partir de semillas seleccionadas por sí mismos u obtenidas a través de intercambio, en evolución y Diversificación Constante, que sean identificadas por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
Esto es, México tiene más de 60 razas de maíz que han sido adaptadas por generaciones, sin necesidad de modificaciones en laboratorio como son los transgénicos que además se encuentran patentados por consorcios internacionales.
Entre las cuestiones que contempla la ley es la creación de Bancos Comunitarios de Semillas de Maíz Nativo, que se describen como centros de producción, selección, conservación y distribución de semillas de Maíz Nativo, que tienen por objeto su preservación y administración de forma colectiva, para su producción mediante sistemas tradicionales
Con esta ley, el Estado Mexicano deberá garantizar la Conservación In Situ de Semillas de Maíz Nativo y en Diversificación Constante.
Para hacer que funcione esta ley, se va a crear el Consejo Nacional del Maíz Nativo, un órgano de consulta del Poder Ejecutivo Federal para brindar su opinión en materia de protección al Maíz Nativo y en Diversificación Constante.
Será integrado por el titular del Poder Ejecutivo Federal; un Secretario Técnico, que será el titular de la SADER; como vocales los titulares de la Secretaría de Medio Ambiente, el de Cultura, el del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas; tres vocales por la sociedad civil relacionados con el sector agroalimentario; tres de ejidos y comunidades agrarias; tres de comunidades indígenas, y tres de la academia.
El Artículo 12 de esta ley indica que SADER, SEMARNAT, la Secretaría de Cultura y la CONAM identificarán conjuntamente las áreas geográficas en las que se practiquen sistemas tradicionales de producción de Razas de Maíz Nativo.
“Las secretarías que se refieren en el párrafo anterior establecerán las medidas necesarias para fomentar la sustentabilidad de los sistemas tradicionales de producción de Maíz Nativo en las áreas geográficas identificadas”.
Se indica además que el Congreso de la Unión, en un plazo que no exceda de 365 días naturales posteriores a la publicación del presente Decreto, deberá publicar las reformas legales que resulten necesarias para dar cumplimiento al objeto de esta Ley.
El decreto puede consultarse aquí: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5591534&fecha=13/04/2020
La lucha contra el maíz transgénico
En la actualidad no es posible la siembra de maíz transgénico en México debido a que esta vigente una demanda colectiva desde el año 2013, interpuesta el 5 de julio de 2013 por la “Colectividad del maíz” en la que confluyen 53 personas en representación de 20 organizaciones, investigadores y campesinos.
La demanda es contra Semarnat, Sagarpa, Monsanto, Syngenta Agro, Dow Agrosciences México y PHI México (Pioneer-Dupont) por infracciones a derechos nacionales como internacionales en relación con el cultivo de maíz transgénico a nivel comercial en México, en particular, los derechos de las generaciones actuales y futuras a la diversidad biológica de los maíces nativos; el derecho a la alimentación, el derecho a la salud y los derechos de los pueblos indígenas.
El recuento de esta lucha se menciona en el documento Los transgénicos en México, 20 años de lucha y resistencia, editado en 2019 por Greenpeace.
El 17 de septiembre de 2013 el Juzgado Federal 12 de Distrito en Materia Civil en la Ciudad de México aceptó la demanda y emitió una medida precautoria, mediante la cual se suspendió la emisión de permisos al maíz transgénico en la modalidad piloto y comercial, suspensión que está vigente en la actualidad.
Desacuerdo
La investigadora Silvia Ribeiro del Grupo ETC, que monitorea el impacto de las tecnologías emergentes y las estrategias corporativas sobre la biodiversidad, la agricultura y los derechos humanos, advirtió el 11 de abril, en una editorial del diario La Jornada, que esta nueva Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo está a modo para las empresas que siguen impulsando el maíz transgénico en el país.
«La razón principal por la que las trasnacionales aplauden esta ley es porque delimitará áreas geográficas, donde las autoridades reconocerán que hay sistemas de producción de maíz nativo, lo cual significa que abre al resto del país a plantar cualquier otra semilla, desde híbridos a transgénicos o las nuevas semillas biotecnológicas que las empresas llaman edición genética», dice su análisis.
«Monsanto, Syngenta y demás empresas han insistido en este punto por décadas: que hay que definir áreas, que en realidad no les interesa sembrar donde hay campesinos, solamente en todo el resto del país. Contra esa posición falaz y extremadamente riesgosa, que provocaría que con el tiempo la contaminación transgénica llegara a todo el país, hemos insistido en que todo México –y Mesoamérica– es centro de origen del maíz y por ello se debe prohibir la siembra de cualquier semilla manipulada genéticamente».
«Esta posición de la llamada ley de fomento y otros graves errores de ésta –ahora aprobados– fueron claramente expresados por la Red en Defensa del Maíz desde que se publicó el dictamen de comisiones, en octubre 2019».