En los últimos dos años, la iniciativa ha recaudado cerca de 2 millones de pesos y ha logrado avances significativos en la conservación de la Bahía de Banderas y el Pacífico mexicano.
Con la defensa del ecosistema costero de Barra de la Cruz, Cristino Castro ayudó a que un área natural fuera declarada santuario de tortugas, frente a los intereses turísticos e inmobiliarios.